No sólo eso. Ya ha habido una chica que se ha puesto en topless (no es que nos asustemos, pero cada cosa tiene un sitio, y una piscina familiar no es lugar para topless), y hay un grupo de chavales de unosd 17 años que no sé si son de la urbanización, con pinta de macarras de barrio, que por las tardes vienen y hacen botellón de calimocho en el césped mientras hacen el gamberro. Ayer estaban bañándose y jugando al fútbol en el recinto de la piscina, pero a lo bestia, pegando patadones al balón de reglamento (no de plástico) que lo mandaban de un extremo de la piscina al otro. Si le llegan a dar un balonazo a un niño, con la fuerza con la que tiraban, no sé. Y el socorrista nada, como si no los viera. Tuvo que ser David, el conserje, quien fuera a arreglar lo del topless y a echar a los del calimocho.
Mientras no se controle el acceso a la piscina a los que no sean vecinos, y en general como no nos andemos con ojo, esta piscina y en general el ambiente de la urbanización van a degenerar muchísimo. Pagamos una barbaridad de comunidad como para que pase esto.