En temas de empresas es muy común que socios/trabajadores que estaban juntos se independicen y se lleven información, además de que se creen nuevas empresas con otro nombre y misma gente. Puede ser cualquier cosa o ninguna... al final en muchos sitios no se respeta la ley de protección de datos y estrategias comerciales las tiene todo el mundo. Piensa que mucha gente que curraba allí ya no está, a saber…
En cuanto a las experiencias, con sus más y sus menos la gran mayoría tiene sus casas. Si un ayuntamiento no recalifica suelos, no urbaniza, no concede licencias, etc. la obra no sale adelante, pero esto no es lo habitual, porque no existiría entonces el objeto social de las cooperativas que es la vivienda. También depende de la situación de cada uno, la gente que quiera la baja y su dinero por el motivo que sea y no lo recupere en el tiempo que está estipulado por ley, es normal que emprenda acciones legales, pero hay que tener muy presente que cuando uno forma parte de una sociedad y aporta capital, además de tener una responsabilidad con ciertos costes, recuperar dinero puede ser un proceso lento de años por mucho que los estatutos o la ley les ampare porque puede haber miles de condicionantes. Hablamos de empresas, no de hacer una devolución en un centro comercial. Si a esto se añade un tema de solvencia o quiebra se puede perder como el que monta una tienda y la tiene que cerrar y pierde lo invertido. Si no hay dinero porque se ha comprado suelo, se ha invertido en pagar gestiones o se ha construido y está en el ladrillo, de nada sirve medir sólo con la vara del que ha puesto y quiere recuperar porque la realidad es mucho más compleja. El que esté afectado ha perdido sus ilusiones y probablemente la posibilidad de mirar hacia otro lado con ese dinero y eso es un drama. Temporalmente estuve en esa situación y puedo imaginar bien, multiplicado por diez, lo que sienten los que estén tardando en recuperar su pasta, pero era muy consciente de que existía un riesgo al “montar/construir algo por cuenta propia”. Si a esto se añade una posible mala gestión, la crispación puede ser mayúscula.
Yo soy de Navalcarnero y nos dieron las casas en tiempo, pero hasta ese momento lo pasamos francamente mal por la falta de transparencia en muchos aspectos, incluso durante un tiempo estuve del otro lado con la solicitud de baja redactada y asesoramiento legal de por medio con más de un abogado que me aclarara mis derechos, pero también mis obligaciones como socia y el por qué de poder perder como poco gran parte de lo invertido, además de leer mucho en materia de cooperativas.
Leyendo este foro veo que nuestra situación no es la misma porque podemos vivir en la casa por la que tanto esperamos y es lo generalizado, pero reconozco que hay mirar hacia atrás para poder decirlo y que hasta entonces es habitual vivir en una montaña rusa de emociones con las incertidumbres propias de las gestoras de cooperativas, la mayoría incapaces de empatizar con el que sueña con su casa porque para ellos sólo es trabajo, mientras tú esperas impaciente y ves que en tu parcela sólo hay amapolas y te cuesta entender que los procesos burocráticos son lentos.
Sólo os puedo decir que todo llega y que mientras tanto no queda otra que aprender a controlar la ansiedad.