Le cedí mi asiento a una señora en el autobús yendo hacia Vicálvaro ; ella aceptó pero me dijo que sus piernas eran muy fuertes, porque llevaba cuarenta años subiendo y bajando las escaleras del sexto piso que le tocó, de la antigua EMV del franquismo. Embarazada, con el carrito, con los niños a cuestas, con la compra…
Que los ascensores venían en los planos, pero la constructora se quedó con el dinero y no los puso. Incluso entonces era obligatorio ponerlos, pero numeraron los pisos como: Bajo A, Bajo B, Bajo C, Primero… y así ya no era obligatorio ponerlos.
Otros tiempos, pero la misma práctica. Que podía yo decirle a esta señora.
No se preocupe señora, eran otros tiempos, eso ya no ocurre.