Tened muchísimo cuidado con el parqué. A nosotros nos lo han hecho fatal. Dimos sólo dos tablas rotas (una a la entrada del baño secundario y otra en una de las esquinas del pasillo) porque no queríamos que lo estropearan. El resultado:
- Para cambiar la tabla de la esquina del pasillo (un pico de no más de 5 cm de lado), se han cargado otras dos. Naturalmente, las han puesto pequeñas. (¡¡Cómo se van a ponerlas del mismo tamaño, si ya no caben...!!). Los huecos con las de alrededor las han tapado con masilla o algo similar (se ve a tres kilómetros).
- No sé qué pasó, pero además de tocar el baño secundario, levantaron otras tantas tablas de la entrada del baño principal. Les preguntamos por qué lo habían hecho, y dijeron que porque estaban mal. Ahora, por supuesto, están estupendamente. No te piiii. Por supuesto, volcaron el bote de barniz sobre ellas (lo de burbujas me parece poco, al explotarse quedaron verdaderos cráteres...).
- En las del baño secundario (parece mentira que las encontraran) han hecho una chapuza parecida.
En conclusión, no tenemos ni idea de qué hacer. No sabemos si decirles que quiten las tablas, las vuelvan a poner y barnicen toda la habitación y el pasillo, o que intenten arreglar por encima lo que han hecho y barnizar nosotros por nuestra cuenta en unos años...
Ah, vigilad el resto del parqué. Es muy divertido, puedes encontrarte huellas en todas partes (a nosotros nos han aparecido huellas en la habitación y gotas de barniz en todo el pasillo y en el recibidor). Además, se les debió de caer el barniz en el fregadero y está hecho un cristo...
Por cierto, no he exagerado nada de nada. Si alguien quiere ver el resultado, le invito a venir a mi casa. (Pensáoslo dos veces antes de dejar que os toquen el parqué. Nosotros nos hemos arrepentido...).