No, por favor, esperad a que nos den los pisos, a que estén en condiciones y nos hayan arreglado todos los desperfectos y averías, y después traedles el carbón, desde luego. Mientras, a ver si podéis traerles un poquito de amabilidad, simpatía, buen rollo, facilidad de palabra, capacidad para transmitir información, honradez... vamos, todo lo que hemos echado de menos en ellos durante todo este tiempo.