Os escribo lo que dice el artículo:
Recomiendo leerlo entero porque no tiene desperdicio. DA NOMBRES!!
Sección: Madrid
Aparece una foto con las tiendas de campaña y al pie figura los siguiente:
"Sábado de acampada junto a sus propias casas.
Decenas de familias decidieron ayer celebrar una acampada en el distrito de Vicálvaro para protestar por el retraso de casi un año en la entrega de sus viviendas de protección pública. Según explicaron los afectados, esta dilación que ha obligado a algunos de los propietarios a vivir de alquiler o con sus padres obedece a las presuntas diferencias entre la empresa constructora y la promotora. Página 4"
Si vas a la página 4 el artículo continúa:
"Métete en la casita de tela, que es la única que tienes". La sugerencia de su madre hizo que una pequeña de cabellos rizados emulara a los centenares de adultos que decidieron pasar un sábado de acampada junto al sueño que llevan esperando desde hace un lustro.
348 familias se instalaron ayer con sus tiendas de campaña en la calle Aurora Boreal del distrito de Vicálvaro para protestar por el retraso de un año en la entrega de sus pisos de protección pública (VPP), pertenecientes a la tercera fase de la promoción Altomadrid. "Nos tenían que haber entregado las llaves en diciembre de 2004" señaló a M2 Álvaro, portavoz de los afectados, que explicó que esta situación se debe a las presuntas malas relaciones que existen entre la empresa constructora de las viviendas, Corsán Corviam, y la empresa promotora, Grupo Dae.
Al parecer, Corsán Corviám se niega a subsanar las deficiencias en los pisos detectadas por la Comunidad de Madrid - cuya resolución es precisa para obtener la cédula de habitabilidad- si no obtiene antes una cantidad de dinero que le adeuda el grupo Dae.
Según Ávaro, el máximo responsable de esta promotora, Alberto Santiago Díez de León, "nos ha prometido cinco fechas diferentes de entrega de los pisos. Hace dos semanas fuimos varios afectados a su chalé y nos prometió que nos entregarían las llaves el próximo mes de diciembre".
Sin embargo, los futuros propietarios no son muy optimistas. Tal es el caso de Marta, que se ha visto obligada a vivir de alquiler desde el pasado mes de mayo junto a su hijo y a su mardio: "el trastorno no es sólo económico, también moral, pues llevamos esperando tener nuestra propia casa desde el año 2001".
Cristina y Manolo, lo llevan peor. Esta pareja de treintañeros que habían planifcado afinzar su noviazgo con la convivencia en común, siguen, de momento viviendo en casa de sus respectivos padres: "Estamos hartos de promesas incumplidas".