Lo mejor es que se prohiba desde el principio el que los perros salgan a la urbanización. Me refiero a que estén sueltos por ahí (no a que pasen con sus dueños atados hacia la calle). Lo digo por experiencia. Donde vivo actualmente hubo muchos problemas ya que muchos dueños de perros entendían que el jardín privado que existe era para que corretearan sus perros e hicieran sus necesidades (porque si van sueltos, las hacen). No os podeis imaginar cómo acabó el jardín. Hasta el jardinero protestó porque se dedicaba a "limpiar" y a reponer lo que los animalitos escarbaban o mordisqueaban. No se podía llevar a los niños. Yo estaba muy sorprendida porque en las urbanizaciones donde he vivido en ninguna se ha permitido la entrada de los perros a los jardines (y mucho menos a las piscinas, claro).
Y esto lo digo con todo mi cariño hacia los perros, que yo tengo uno.