EL ROSARIO DE LA AURORA
¿Por qué nos están atacando en el mundo inmobiliario?
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Puede que esté equivocado, pero ayer fue la última oportunidad que teníamos para salvar sensatamente la gravísima situación en la que estamos. Aunque era conocedor de lo complicado que es el mundo inmobiliario, no sospechaba, ni por asomo, que pudiera afectar tan directa y cruelmente a una modesta y cuasi anónima iniciativa como la nuestra. Pero, hostias, somos adultos y no nos podemos esconder tras una inocencia que perdimos hace mucho tiempo para no reconocer que lo que nos está pasando no es más que el resultado de ello. Dejémonos de cuentos de hadas: nos están atacando. ¿Por qué?. ¿quién? ¿Para qué?. No lo sé, pero seguro que lo sabremos. Seguro que acabaremos desvelando los quince misterios principales. Eso sí, sin pasar por la caja de FCC.
Por favor, que levante la mano el que no esté absolutamente desorientado. Nos caen hostias por todos los lados, de todos lo colores. No caen hostias los lunes, los días de fiesta y hasta el jueves de pasión. Y mientras tanto qué hacemos: rezar el rosario. ¿Alguien ha calculado cuánto nos están costando todos los rosarios que hemos rezado?.
Yo no sé si tengo que escriturar confesado o no. No sé si vale llegar al notario con pecados veniales o mortales. No sé si la LPO la dan por portales, escaleras, habitaciones. No sé si llegado el caso tendremos “nonaelepeos”. Cualquiera sabe.
Sólo sé que quiero rezar otro rezo distinto. Ayer intenté convencer a todos que había que cambiar el rezo. Y creo que no lo conseguí. Cierto es que en la asamblea fue diferente, cierto que discutimos sobre los problemas reales. Cierto es que nos sacudimos un tanto. Pero tengo la sensación de que, al final, venció el pesimismo. Tengo la sensación de que, al final, optamos una vez más por dar otra oportunidad a la esperanza del Rosario. Y hablando de rezos, como decía Santa Teresa “hechos son amores y no buenas razones”.
Los hechos hablarán. Pero me temo que vamos a seguir que tener luchando, y mucho.
Miguel Muñoz