Erase una vez, un hombre menudo, bien planchado, que se recorria las estancias mas altas de los bancos, y OOOOHHHHH!!!!!!! pobrecillo no le hacian ni caso.
Resulta que el pobre solo pedia dinerillo, para financiar las casas de sus pobres cooperativistas, que están en un barrio situado al lado del aeropuerto de Barajas. Que pena les daba a los banqueros.
Sus pobres cooperativistas, sin el dinero de los bancos y encima despues de poner encima de la mesa mas de 60.000€.
El pobre hombrecillo, iba y venia, como pollo sin cabeza, pero ningun banco ni un euro le daba.
Ahora es vendedor de motos, y humo embotellado.
MAJO A VER CUANTO AGUANTAS HASTA QUE TE CAZEN.