Paradojicamente, al menos a corto plazo, El Cañaveral se ve beneficiado por estas cuestiones, ya que sigue siendo un sitio exclusivo donde construir y elevará el número de personas que deciden instalarse en el barrio. Al ritmo que está creciedo El Cañaveral en 2017, las expectativas son muy positivas.
Si se abriesen el resto de desarrollos del sureste a recibir pisos, lógicamente se abriría la competencia y El Cañaveral crecería a un ritmo mucho más lento que lo que las circunstancias actuales le están permitiendo crecer.