Como futuro vecino del barrio he querido indagar un poco en la historia de este lugar y este foro ofrece una vívida hemeroteca de testimonios con todos los vaivenes, dificultades y problemas que miles de personas han atravesado para llegar a donde estamos hoy, para conseguir que este desarrollo sea una realidad… pero os aseguro que no ha sido fácil.
Si tenéis el tiempo, las ganas y la paciencia suficiente como para leer con mirada crítica y con detenimiento las más de 136 páginas de conversaciones existentes desde que se habilitó este foro allá por 2003, os vais a encontrar con una verdadera novela de misterio con tintes de novela negra.
No voy a entrar en detalles pero sí me gustaría mencionar algunos de los momentos clave de este desarrollo porque la historia demuestra que es importante conocerla para evitar cometer los mismos errores del pasado.
Ahora mismo nos echamos las manos a la cabeza, no sin razón, cuando vemos que algo no se cumple con cierta inmediatez pero aquí ha habido personas que han esperado (muchos sin conseguirlo) más de 14 años para su vivienda. ¡Más de 14 años! La explicación a este inhumano retraso lo forman un conglomerado de estafas, promesas y tramas urbanísticas…
El territorio que ocupa El Cañaveral comienza su andadura a finales de los 90 con un nuevo plan de ordenación urbanística que permitio la transición de suelo rústico a urbanizable tanto en esa zona como en las colindantes (Los Cerros, Los Berrocales, Los Ahijones, etc). Es ya por aquella época, sobre los años 98 y 99 cuando comienzan a aparecer numerosas cooperativas bajo diversos nombres que prometen el oro y el moro. Vivienda barata, de calidad y buena comunicación… Nos suena, ¿no?
Simplificando información, mucha gente empezó a interesarse por dichas cooperativas (se calcula que más de 4000 cooperativistas) cuyas cooperativas se agrupaban esencialmente en un puñado de gestoras de cooperativas, siendo la más relevante en esta historia la de Ofigevi.
Como digo miles de personas pusieron sus esperanzas en ver sus pisos construidos en 4 o 5 años a lo sumo, pero ya por 2003 algo olía raro, algo oscuro se cernía…
Ofigevi y otras gestoras prometían viviendas en plazos irreales. Pensad que por comienzos del 2000 no se había formado incluso la Junta de Compensación y por ende, con la lenta burocracia, era imposible que los pisos pudieran estar, como prometían, en 2004/2005. Y ellos lo sabían, se valían de las ilusiones y desconocimiento de la gente para estafarles. Su modus operandi era sencillo: ellos mismo constituían las comisiones gestoras de las cooperativas que gestionaban (el lobo cuidando al rebaño), sobretasando, engañando y mostrando una opacidad impenetrable en connivencia con bancos, aseguradoras y estamentos políticos. Cuando los verdaderos cooperativistas entraban no sabían que tenían el enemigo en casa y que su dinero sería esquilmado a base de falsas promesas y eternas derramas. Mientras tanto el terreno permanecía tan baldío como siempre.
Os podéis imaginar la desesperación, dolor y sufrimiento de todas esas familias, no sólo de El Cañaveral si no de todos los desarrollos del sureste al ser conscientes de tal estafa. Me tocó el alma el testimonio de un cooperativista enfermo de una enfermedad coronaria rara. En fin…
La gente cuando empieza a ser consciente de la estafa, empieza a organizarse, a querellarse y a presionar a estas gestoras… Tras robar, porque esa es la palabra, millones de euros a miles de familias, se descubre que la empresa está endeudada hasta las trancas por sus malas praxis, no pagaban ni el teléfono de las oficinas, los ex-empleados de Ofigevi empiezan a abrir los ojos a la gente que advierten de los movimientos de la gestora, la oficina cierra… eso sí, el dinero de los cooperativistas en sociedades fantasmas.
Al frente de Ofigevi estaba Miguel Torralbo Vioque, un dudoso empresario que movía este entramado y cuyo hijo al cargo de otra gestora también estaba implicado en movimientos fraudulentos. Tras un sonoro juicio, fruto de la lucha de muchas personas, fue a prisión y si buscáis por su nombre os saldrán muchos vídeos y noticias de la época en la hemeroteca.
El tal Torralbo era la cabeza visible, concejal del PSOE en un pueblo granadino y estómago agradecido. Pero esto no iba de partidos, otro implicado era Andrés Hernando Aboín, hijo del torero salmantino con el mismo nombre y de la diputada por el PP Sonsoles Aboín, que cuenta con el dudoso honor de ser una las diputadas con menos iniciativas en el hemiciclo con más de 20 años en activo. Como veís aquí no entran ideologías, sólo cuenta el vil metal. Todo ello sin olvidar que estaban implicados otros actores (bancos, aseguradoras, etc) que también jugaron un papel clave. Es tal la bajeza de esta gente que incluso en aquella época crearon un sin fin de cuentas en este foro para engañar a incautos y atacar a la gente que luchaba por recuperar su dinero y que esto saliese adelante.
En este punto me gustaría destacar a una persona. Su nombre es Ángel Alberto Montero, presidente de la Asociación de afectados por Ofigevi y que tuvo que aguantar años de ataques personales, amenazas, presiones y noches en vela. Tras leer todos sus mensajes en el foro, este hombre me parece un verdadero héroe. Una persona valiente, íntegra y luchadora. A él se debe gran parte del mérito del juicio contra Torralbo, el exponer a la luz toda esta trama oscura y el que el Cañaveral haya podido despegar de sus complicados inicios y años negros.
Fueron tiempos de manifestaciones, sufrimiento y declaraciones en los medios para hacerse oir. Cuando ahora mismo veo la placidez en la que estamos, no puedo dejar de pensar que es porque estamos aupados a hombros de gigantes que con sus esfuerzos han hecho florecer el barrio y que pueda despegar.
A todo esto vino la crisis de 2008 para ahondar más en el problema, pero eso es ya harto conocido...
A partir de 2013, El Cañaveral empezó a despegar tras afrontar problemas por la simultaneidad, con la Junta, otros líos secundarios… pero al menos ya se empezaba a respirar algo de aire limpio y los primeros pisos, como la Puerta de San Fernando, empezaban a ver la luz.
Desde entonces, la situación es más tranquila y, aunque a paso lento, el barrio avanza. Nuestros problemas serán las dotaciones, la celeridad de la Junta y Ayuntamiento, etc; pero no hay tramas tan poderosas destruyendo sueños.
Pero como decía al principio de este tocho que os estoy escribiendo, la historia hay que conocerla para que no se repita. Conocidas son cooperativas de dudosa fiabiilidad como White House, visibles son las participaciones de algunos perfiles de este foro que poco o nada aportan al barrio y sólo parecen lastrar… Hay todavía mucho rebotado de aquellas épocas que aún anhela malmeter…
Hagamos que este sea un gran lugar, pero no perdamos la perspectiva de su origen y de los problemas que ha atravesado. Quizás sin esas tramas pasadas ahora mismo El Cañaveral gozaría de una madurez que áun no tiene… nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que tenemos un futuro y un barrio por delante que hacer florecer.