Es increíble la cantidad de basura que venden, que no han pasado criterios de calidad de la Comunidad Europea y tienen el distintivo CE falsificado. Los juguetes son un buen ejemplo, con plásticos tóxicos y con piezas que por su tamaño o fragilidad pueden suponer asfixia para niños pequeños. Si estos bazares fueran correctamente inspeccionados, cerraban todos.