Lo que para mi es relevante de los comentarios del Sr. Ministro sobre las hipotecas no es que pueda hacer o dejar de hacer el Gobierno, sino que según él la subida de tipos no va a suponer un problema para los hipotecados. No creo en absoluto que eso vaya a ser así, de hecho ya ha comenzado a incrementarse el índice de morosidad en hipotecas ; cada vez hay más gente que no puede pagar su hipoteca lo que contradice las palabras del Ministro.
Nunca he pensado que las deducciones por compra de vivienda sean una solución al problema, entre otras cosas porque se hacen efectivas un año y medio después de empezar el ejercicio por el que te deduces. No creo que saque a nadie del problema. Evidentemente todos agradecemos la devolución de dinero al presentar la declaración del IRPF pero éso no significa que solucione el problema de acceso a la vivienda a nadie.
Por otro lado estoy completamente de acuerdo que el mismo derecho a deducirse las cantidades destinadas a vivienda habitual del que gozan los propietarios deberían tenerlo los arrendatarios, o quizá más. Esta medida discriminatoria y penalizadora del alquiler fue adoptada en 1998 como una de las grandes soluciones para la vivienda del exministro Rato. Lo que pretendía esta medida no era aportar ninguna solución al problema de la vivienda sino fomentar la compra en contra del alquiler. El motivo quizá haya que buscarlo en los inmesos beneficios que desde entonces han obtenido las constructoras, y es probable que el emporio empresarial de la familia Rato no sea ajeno a esos beneficios.
En cuanto a la reducción de pensiones, ya sea explícita ya sea encubierta bajo una nueva fórmula de cálculo, se trata de un paso más de los neoconservadores (Solbes lo es) para el desmantelamiento del estado del bienestar que se inició en los noventa. Yo creo en el estado del bienestar, y creo que es posible por la sencilla razón de que lo ha sido desde el final de la guerra mundial hasta ahora, y lo sigue siendo de forma muy satisfactoria en los países nórdicos, los que mejores índices presentan en educación, sanidad, etc. En los noventa nos vendían la moto de que no se podía mantener el estado de bienestar porque la población envejecía y ahora que la población rejuvenece gracias a la inmigración siguen manteniendo que no se puede mantener.
Lo que hay detrás de todas estas mentiras es una estrategia de gastar cada vez menos en la población y cada vez más en grandes constructoras, aseguradoras, bancos, etc. Por ejemplo EEUU dice no poder prestar asistencia sanitaria gratuitamente a toda su población, y sin embargo sí puede sugragar la guerra de Irak con dinero que va a parar a grandes empresas privadas militares, de logística, etc., algunas de ellas propiedad incluso del Vicepresidente. Madrid no puede afrontar el gasto que supondría plazas en escuelas infantiles públicas y gratuitas para todos los niños pero sí las obras de la M-30.