Soy adjudicatario de una vivienda de protección pública en el PAU de Carabanchel, que me cuesta 30 millones, 8 más del precio máximo establecido por ley, y tiene 75 m/2 útiles. Las administraciones públicas no me financian absolutamente nada, no ponen un duro ni siquiera del precio legal. Sólamente pondrán algo de dinero si una vez firmada la escritura pública de compra-venta solicito subvención, y me la conceden, que ya conozco más de un caso de denegación. Si me la conceden no me dará ni siquiera para pagar el IVA y gastos de escrituración. Es decir, la única protección que me conceden las administraciones es la obligación de que el precio del piso no sobrepase el legal, lo cual no se cumple en casi ninguna promoción de protección pública. Además no puedo denunciar ante la Comunidad de Madrid, por motivos que no vienen al caso, y aunque denunciara, el resultado no sería mejor. No obstante la Dirección General de Arquitectura y Vivienda tiene conocimiento de situacíones similares y debería instruir de oficio expedientes sancionadores contra gestoras y promotoras, pero no lo hace.
¿Qué protección tengo entonces?. ¿Qué beneficio saco de los impuestos que pagas?. ¿A quién se protege?. Te doy mi opinión: al especulador.
Yo fui a la Universidad, pública, es decir subvencionada por impuestos, gracias a una medida política progresista. Si no hubiera tenido acceso a una universidad pública, mis padres no habrían podido permitirse sufragarme los estudios en una universidad privada, y quizá hubiera sido carpintero, lo cual no me desagrada en absoluto, pero esa situación bo habría sido decisiva a la hora de coger o no un porro.
En definitiva, que como tú dices nishiojima, me da exactamente igual lo que has dicho. Sólo escribo ésto para aquellos a los que no les da igual.
Un saludo.
Por cierto, de un salario anual de 3.000.000 (entiendo que de pts.), resultan catorce pagas de 215.000 pts. siempre que sea neto, lo que te da para pagar una letra mesnual del piso de 150.000 pts., otra del coche de 40.000 y te sobran 25.000 pts. al mes. Con unos gastos básicos y necesarios, comunidad, transporte al lugar de trabajo, teléfono, luz, agua y gas, te quedas en números rojos, y te falta alimentación y ropa. Quien sobreviva tiene mi enhorabuena.