Penúltimo, dices que "puede parecer duro [...> lo que me gustaría es la cadena perpetua"
Yo creo que lo primero que debemos hacer es quitarnos de encima un montón de complejos al respecto. Parece que hablásemos de la pena de muerte o algo peor.
La cadena perpetua está presente en los códigos penales de países como Francia o Alemania, paises con democracias más avanzadas y consolidadas que la nuestra. No se trata de cadenas perpetuas a "la americana", entendida como carcel de por vida, sino más bien una condena de duración indefinida. Es decir, no se trata de meter a alguien en la carcel para que solo salga camino del cementerio, sino de encarcelar a alguien hasta que un tribunal determine que está rehabilitado y cumple los requisitos necesarios para poder salir libre.
A nuestros políticos parece darles alergia simplemente plantear el debate, escudándose siempre en la misma frase: "Sería inconstitucional". ¿Y qué? ¿la constitución es una norma al servicio del país o es un fin en si misma?. Parece que la constitución fuese algo así como un "totem sagrado" intocable, pero tal y como yo lo veo, la constitución es un instrumento al servicio del pais (es decir de todos nosotros) y por tanto no creo que fuese algo descabellado reformarla o retocarla en aquellos aspectos que la permitiesen hacer un mejor servicio. Los políticos se escudan en la constitución para no abrir un debate que está en la calle cada vez que se produce un hecho como la muerte de Sandra Palo.
MaríaOJ:
Las penas de carcel tienen al menos tres objetivos:
1. La rehabilitación y reinserción de los delincuentes.
2. Castigar conductas lesivas y ser ejemplarizantes: "Si no tienes los resortes morales o éticos necesarios para reprimir determinadas conductas, que sepas que vas a ir a la carcel, como ya han ido otros por hacer lo mismo".
3. Proteger a la sociedad (y no hablo de sociedad en abstracto, hablo de todos los ciudadanos) de individuos peligrosos.
El problema es que el primer supuesto le han hecho tomar mucha relevancia y va arrinconando a los otros objetivos. Además somos tan idiotas de pensar que somos la sociedad, es decir todos nosotros, quien empuja a esta gentuza a ser lo que son y que por tanto lo que hay que hacer es reinsertarlos y "devolverles lo que les hemos quitado" y nunca castigarlos.
Y así nos luce el pelo.