Sobre ruidos molestos: Artículo de hoy Cinco Días
¿Cómo luchar contra la contaminación acústica y obtener compensación?
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Por cierto, soy de la UE1, concretamente de la parcela 4.7.4 que recibimos las llaves la semana pasada.
Y considero mi nuevo barrio el Pau en su totalidad. No creo que conduzca a nada enfrentamientos absurdos.
Yo al menos considero que el ruido me afecta, seguramente menos que a otros que es más directo, pues mi piso está en situación opuesta a la M40, pero salgo a pasear y me hubiese gustado disfrutar del parque lineal en su totalidad.
Saludos.
CINCO DIAS 25/10/04
Defensas contra los ruidos molestos
Natalia Sanmartin / MADRID (25-10-2004) Publicado en: Edición Impresa - 5 Sentidos
La contaminación acústica no es un mal irremediable. Hay armas legales para luchar contra ella y lograr una compensación
Recibir 36.000 euros por las molestias causadas por el ruido puede parecer excesivo. Pero si esas molestias provocan el ingreso en un centro de salud mental la compensación se vuelve irrisoria. Hace dos años el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenó a una empresa de harinas a indemnizar a un matrimonio que desde 1972 soportó en su hogar el exceso de decibelios que emitía la fábrica de la compañía. Las vibraciones sonoras, que hacían temblar los muros de la vivienda, se prolongaron durante años y terminaron provocando el ingreso de la pareja en un centro psiquiátrico. El diagnóstico, un cuadro agudo de ansiedad. La indemnización, 18.000 euros a cada uno. El objetivo, compensar los ´daños morales´.
Aunque afortunadamente no todo el mundo padece un cuadro psiquiátrico por el exceso de decibelios, a veces es importante recordar que no hay por qué aguantar el ruido. Al contrario de lo que mucha gente cree, soportar a un vecino alborotador, aguantar a la muchedumbre que se agolpa de noche bajo la ventana o resignarse frente a una empresa que machaca los oídos día y noche es sólo la peor opción. La otra es hacer frente al problema y utilizar todos los recursos que la ley pone en las manos para defenderse de la contaminación acústica. Normativas municipales, autonómicas y estatales -entre ellas una Ley del Ruido de 2003- ofrecen un amplio abanico de instrumentos para armarse de valor y decir basta.
Existen varias vías para iniciar la batalla contra el ruido. La primera, y más lógica por su cercanía, es la administrativa. Los trámites son sencillos. Denunciar la situación mediante un escrito dirigido al Ayuntamiento, esperar la inspección de los técnicos municipales y su informe, realizar las alegaciones que se consideren oportunas y, en caso de que se confirme el exceso de ruido, aguardar hasta que el alcalde publique un decreto con medidas correctoras, cuyo plazo de ejecución no debe superar seis meses.