Alucinante, no es la palabra, es hortera, ridículo... Pero, bueno, habrá que callarse, porque si no somos envidiosos. A mí me da igual como ponga la gente las plantas, las jardineras y lo que haga en su casa (faltaría más). Pero habéis visto la imagen que damos con esas persianas blancas de cuerdas y para mí, esto no es lo peor. Es que cada uno va a hacer lo que le da la gana a partir de ahora y el sentido de la discrección y del buen gusto es muy diferente en cada uno y hay gente que no lo tiene. ¿Quién me va a poner a mi reglas ahora si cada uno hace lo que quiere? O hacemos todos lo que nos da la gana o cumplimos todos con las normas. Ahora empezaremos a poner parabólicas en la ventana, algún último modelo de aire acondicionado en las terrazas. ¿Quién me lo va a prohibir? ¿No creís que esto se tiene que hablar respetuosamente y llegar a un acuerdo?