Yo ya no los tengo como proveedores de servicios energéticos, pero sí en el piso en el que vivía antes, al lado del metro de Valdecarros. Tuvimos ciento y una movidas con ellos, porque nos facturaban lo que les daba la gana, y aparentemente sin seguir ningún criterio.
Algunos meses nos llegaban unas facturas altísimas, y cuando intentábamos contactar con ellos para pedir una explicación era imposible. Después de intentarlo e intentarlo, cuando por fin conseguíamos hablar con alguien nos decía algo como que habían hecho una previsión de las facturas siguientes, y que no nos preocupáramos que nos dejarían saldo a nuestro favor. Pero al llegar la siguiente factura, no nos regularizaban el saldo y tampoco nos daban explicaciones.
Así estuvimos cuatro años, sin saber nunca cuánto íbamos a pagar ni por qué variaban tanto las facturas... Un horror, la verdad