es una pena, erá el único sitio de Las Tablas donde se podían comprar los famosos "Pasteles de Belén" portugueses.
Era un sitio estupendo para tomar un café o una cerveza y yo creo que es muy sencillo ganar público, solo tienes que cuidarlo y mimarlo como si fuese tu hijo recien nacido en vez de "despachar" sin más. Es la diferencia entre "elegir tú sitio" y "que te de igual uno que otro"