No salgo de mi asombro al leer algunas de las cosas publicadas estos últimos días.
Si bien es cierto que desde la administración está siendo pésima la gestión de la obra del colegio, para nada puedo decir lo mismo del personal que trabaja en él, refiriéndome claro está tanto a María como a todas las profesoras. Sinceramente creo que están haciendo un trabajo intachable, y que están poniendo de su parte mucho más de lo que deberían, desde el primer día hasta hoy. El problema es que son la cara de la administración, y claro, se paga con ellas todo lo que nos frustra la situación que TODOS estamos viviendo.
Sobre el tema de la ruta, me gustaría aclarar que las profesoras no tendrían por qué ir en el autobús con los niños, no forma parte de su trabajo, y sin embargo lo están haciendo de buena fe y sin recibir nada a cambio por la buena marcha del colegio y porque se preocupan y cuidan mucho de sus alumnos. Y si los autobuses tienen que parar en segunda fila, es porque nosotros mismos no respetamos un espacio para que paren, ya que son nuestros propios coches los que molestan, y mira que desde el 13 de Septiembre cuando empezamos con esta historia se nos pedía encarecidamente que no aparcáramos ahí. Pero hay algunos que ni oyen ni escuchan.
Y si hay caos en algunas subidas y bajadas del autobús, creo que también se debe a que de nuevo, nosotros, no colaboramos a veces demasiado con las profes e interrumpimos filas para "colar" a nuestro niño para que vaya al lado de su amiguito, o directamente no ponemos a nuestro hijo en la fila, o cuando lo vamos a buscar no sabemos tener paciencia y entender que ellas no nos conocen a todos y que tienen que cerciorarse de quién se lleva a cada alumno...
En fín, a veces como padre me da un poco de vergüenza pensar que este equipo de profesionales pueda pensar que todos nosotros somos como algunos, que nada más que ponen trabas y se quejan sin saber, y se fijan solo en lo negativo.
Como bien habeis dicho muchos, mi hijo también va y viene todos los dias contentísimo al colegio, y no para de hablar de lo que hace, de lo que aprende y de lo contento que está con su cole de mayores y con su profe. Creo que los niños son el reflejo de lo que viven, y si ellos son felices, aún en la situación difícil en la que nos encontramos, ¿por qué no lo podemos ser nosotros?
Creo que no debemos confundir los fallos de la administración y las patrañas políticas que nos cabrean porque nos pillan por medio a nosotros y a nuestros hijos, con el buen hacer y la profesionalidad de las personas que trabajan con nuestros alumnos.