El sabado comimos en la mano de Pablo, me sorprendio gratamente la reforma, ahora la acustica es muy buena, oyes perfectamente a los que estan en tu mesa. Ademas de que han ampliado.
Y la comida y los camareros muy bien. Nos dejaron a nuestro aire y estuvieron pendientes de cuando los niños terminaban o tenian que traer el siguiente plato.
Una sorpresa muy grata. Volveremos.