Hace poco estuve en Monterrozas en casa de unos amigos y tuve ocasión de circular por la zona. Un auténtico paraíso. Resaltes mínimos en los pasos de peatones, suficientes para ir a velocidad moderada y frenar si alguien quiere cruzar y amplias rotondas. No recuerdo haber visto un sólo semáforo.Y con una población en esa zona muy importante.
Tanta sensibilidad con la contaminación y la de horas y horas que están los coches parados y contaminando mientras esperan el cambio a verde, cuando podrían avanzar sin problema.
Una auténtica pena, unido al trazado diabólico que tienen los tres PAUS con, por ejemplo, bulevares kilométricos que tienes que recorrer para poder girar.
En fin… Gracias Botella, gracias Carmena.