Geniaaal dijo:
Primero, ¿qué te hace pensar que no es mi barrio?!
Segundo, si ser una madre que opina sobre el deporte que hacen mis hijos en ese campo nuevo me convierte en "insider"... alucino!
Yo también pago mis impuestos y puedo decir que estoy agradecida y contenta con la gestión!
Si tener un descampado para jugar al balón es lo que se echa de menos... todavía te quedan muchos en el barrio!
En el equipo de mis hijos no hay ningún "cupo" y por tanto pueden apuntarse todos los niños del barrio que quieran probar el deporte... Ahora, eso si, sin botellón, que para eso estamos haciendo deporte y no fomentando el aburrimiento...
Tu sabrás si eres “insider” o no, pero tal y como escribes, lo pareces. Lo siento, esa es mi opinión y la de otros vecinos que también escriben sus opiniones por aquí.
Si los que usaban antes el campo de fútbol están contentos con el cambio, que opinen ellos. Yo lo he usado solamente tres o cuatro veces y si quieres comparar lo que era ese campito con los descampados del barrio, no creo que sea muy acertado.
Lo que sí he usado con asiduidad ha sido la pista de baloncesto. Yo y otros muchos vecinos, ya que, sobre todo los fines de semana o por las tardes, solía acudir bastante gente. Fíjate que hasta servía para que montaran clases de patinaje. Durante años hemos tenido que soportar el mal estado de las canastas (ayudados por algún mal aprendiz de Jordan), incluso te diré que los últimos meses era hasta peligroso. Las frecuentes llamadas de atención al ayuntamiento no servían para nada ¿Solución? arreglarlas o poner unas buenas canastas anti-vandalismo ¿Coste de hacer eso? Ná, dos duros comparado con lo que se han gastado ahora. Solo eso era suficiente para que yo, y muchos más vecinos, siguiéramos usando la cancha como hasta ahora, acceso libre, juegas por tu cuenta, con amigos, o con los que te encuentras ahí, como he hecho tantas y tantas veces.
¿Qué ha pasado? Que la cancha lleva meses cerrada, los aros que han puesto son todavía peores que los anteriores (solo hay que verlos cómo están, lo del vandalismo no cuela) y si encima tendré que pagar por acceder, se me queda cara de tonto. Lo dicho: UN DISPARATE MAYÚSCULO.
Para hacer lo mismo, tendré que coger la bici con mis hijos, cruzar el túnel-que-jamás-se-arregla e ir a Montecarmelo dónde ¡oh sorpresa! allí sí que hay unas canchas de libre acceso en las que nadie ha querido, todavía, montar una especie de club de clubes privado. Vecinos de Montecarmelo, defended vuestras canchas, que nosotros no hemos sabido hacerlo.