Como dice Ilion en artículo no dice casi nada. Es un artículo malo, malo, malo. No dice ni el combustible, ni el origen de las toxinas (leña, carbón, carne de lechazo, de cerdo, de pollo, hierro de la barbacoa, piedra).
¿Eso significa que corremos igual de peligro cuando freímos un filete mucho en la sartén, o cuando quemamos un tronco en la chimenea?
De todas formas, yo creo que es al contrario, que las barbacoas son como el vino tinto, beneficiosas para la salud. Conozco mucha gente que lleva toda su vida haciendo barbacoas, y no sólo no he notado nada raro, sino que analizando, digo ¡coño! pues resulta que a nadie de los 30 o 40 que conozco que llevan toda su vida haciendo barbacoas, les ha pasado nada anormal en este tema.