Llamé de nuevo el viernes y me dijeron que habían pasado el jueves, pero que sólo comprueban la entrada a la casa y que la presión era adecuada.
Los cachondos no son capaces de llamar al timbre para que les expliquemos lo que pasa.
Me dijeron que no pueden hacer nada de puertas para adentro.
Lo mejor de todo es que dicen que está todo bien. Vamos, que si de repente los aspersores no suben, para ducharte necesitas hacerlo por etapas y llenar un vaso de agua te lleva el triple de tiempo, pues es normal.
Y claro, el consumidor a pagar religiosamente.