Aralia dijo:
Por desgracia lo del tema de niñatos haciendo el cabra con los coches es un mal endémico de siempre.
No estoy de acuerdo.
Antes, la propiedad de un automóvil venía precedida del éxito profesional, consecuencia de una vida privada y laboral ordenada.
Hoy, cualquier idiota tardoadolescente fruto de una familia desestructurada que abdica de sus responsabilidades puede abandonar tranquilamente el instituto y forrarse literalmente dedicándose al menudeo de pastillas, coca o cualquier sustancia ilegal.
De ahí al concesionario a por el Turbodiesel y a hacer lo que le piden sus pocos años.
¡Ah! También son legión los que le regalan a su hijo por su 18 cumpleaños un bonito coche, sin pararse a pensar que quizá sus hijos no sean todo el tiempo como parecen cuando están en casita con Papá y Mamá...
Pero esto es nuevo, relativamente, consecuencia de que somos ricos y pronto superaremos en renta per cápita a Alemania.