Aunque soy un histórico de este foro, hace mucho tiempo que no pongo ningún post, pero me ha pasado una cosa que creo es importante compartir con los vecinos de Miramadrid.
Me ha costado elegir el adjetivo del volante, porque francamente no sé si era un descerebrado, un tonto, un loco o todo lo anterior y alguna cosa más.
El caso es que esta mañana a las 8:00H como todos los días, salía con mi coche a llevar a mi hija al colegio. Me incorporaba por la calle Quevedo hacia la Avda. Valdediego en sentido subida (en una de las esquinas de la parcela de la guardería municipal) cuando he visto que venía a lo lejos un coche. A todo esto, mi mujer me seguía con su coche treinta metros detrás.
El caso es que me incorporo, y el coche que venía a lo lejos aparece por detrás a toda velocidad (calculo que a más de 80 kms/h) dándome luces y el sujeto no hace otra cosa que adelantarme por la derecha, es decir por el espacio habilitado a estacionamiento. El mandril en cuestión no debía de conocer bien la calle, porque pensaba que esa zona de estacionamiento llegaba hasta el cruce con la Avda Juan Pablo II, pero el caso es que no es así. Justo a la espalda de la guardería hay un paso de peatones, y como tal hay una acera con rebaje en medio.
En conclusión, que el tonto aventurero ha podido sortear in extremis el bordillo, señales de tráfico y demás gracias a que yo he frenado completamente y le he dejado espacio para la maniobra.
Aunque iba con mi hija, me he ido a por él y le he parado en el cruce donde le he indicado de forma clara mi opinión sobre él y de paso el de sus familiares cercanos. El tipo tenía pinta de que se había hecho pis del susto que se había metido al encontrarse el bordillo de frente.
Digo yo... estúpidos como este merecen seguir conduciendo? Una bicicleta es demasiado riesgo para ellos. A todo esto, mi mujer que ha visto todo, ha ido atascado con él hasta la M-50. Es decir... que sentido tiene correr en un ámbito urbano como el de Miramadrid?
En conclusión. Yo nunca he sido defensor ni muy amigo de los badenes, pero esta claro que en determinados lugares y circunstancias son necesarios para evitar desgracias o al menos, para que las desgracias se circunscriban a los causantes, y nunca a terceros. Si por este asunto hoy le pasa algo a mi hija ese tío hoy no duerme en su casa. Estaría bien en el hospital o bien conmigo en el cuartel de la Guardia Civil. Es mejor prevenir que curar.
DPD