Anoche (5/3/13), a eso de las 23.00 horas, al final de la calle Peñaloren, en el Sector 2, un conocido,sufrió un asalto. Mientras se encontraba sacando unos objetos del vehículo a la puerta de su domicilio, paró UN SEAT (creo que me ha dicho TOLEDO) BLANCO, del que salieron varios individuos y, sin mediar palabra, la emprendieron a golpes, robándole varios objetos de valor como alianza y cordón, aparte de la cartera. A continuación, dichas alimañas, emprendieron la huida, dirección M-50. Afortunadamente, dicha carne de penal, huyó sin intentar entrar en su domicilio, ahorrándole un gran susto a la familia (susto que ya se llevaron este verano, cuando algunos maleantes ya intentaron entrar con nocturnidad en alguna de esas viviendas).
Esta mañana, cuando me lo contó, se apreciaban claramente las contusiones en el rostro y arañazos en el cuello.
La laxitud de la justicia, su lentitud que ralla en la desesperación y una efectividad más que discutible de los cuerpos policiales (por no hablar de las extrañas conexiones entre responsables de las FCSE y empresas privadas de seguridad), dan como resultado que el estado de derecho, no garanticen la seguridad de sus ciudadanos, Si a eso le sumamos, que dicho estado de derecho, tampoco te permite proveerte de los medios para dicha defensa, el resultado es, que los ciudadanos estamos expuestos a los arbitrios del destino.