Buenos días.
Traigo aquí lo que contó el Oteador_compulsivo hace unos meses:
......10:00 a.m. de un día cualquiera en Paracuellos. La empresa contratada para colocar señales verticales y pintar las calles circula por Miramadrid. Con ellos nuestro protagonista, el responsable de movilidad.
- Vecina de Miramadrid: ¿Qué van a hacer ustedes?
- Responsable de movilidad: Es que hemos estudiado la circulación en la zona y vamos a reordenarla.
- Vecina de Miramadrid: (Con cara de escepticismo, principio de cabreo y expectación desmedida) ¡Ah!
El responsable de movilidad, satisfecho con su respuesta y diligente desempeño, comete un error garrafal: no da conversación a la vecina y deja que esta se fije en las barrabasadas que va a cometer la cuadrilla de “mandaos”.
- Vecina de Miramadrid: ¿Pero cómo van a poner esa señal ahí, por Dios? ¿No ven que si la ponen para entrar en mi calle me tengo que ir al quinto pino?
El responsable de movilidad, demostrando una capacidad de reacción sin precedentes y algo acojonado por el grito de la vecina, revisa su propuesta y reordena a la voz de ¡ya! y sin vacilar, que para eso está:
- Responsable de movilidad: ¡Manolo! ¡¡¡MANOLOOOOOO!!! No pongas la señal en ese cruce, ponla en ese otro más atrás, para que puedan pasar los coches a esta calle.
La vecina, que a estas alturas se ha metido en casa y se ha enfundado un forro polar porque hace fresco y esto va para largo, sale de nuevo. Viendo lo que pinta (nunca mejor dicho) el responsable de movilidad, la idea que tiene y lo que se ha estudiado el asunto, decide, antes de que no tenga remedio, actuar de nuevo, pero esta vez dirigiéndose directamente a Manolo, el operario:
- Vecina de Miramadrid: ¡Manolo! ¡¡¡MANOLOOOOOO!!! Pero, ¿cómo vas a poner esa señal ahí, hombre de Dios? ¿No ves que es la entrada de un garaje?
Manolo, que ya tenía el pica-pica en modo “tracatracatracatraca” mira asustado al responsable de movilidad. Éste le hace una señal muy digna con la mano derecha extendida a modo de “para, que ya me encargo yo” y le dice que mueva la señal dos metros, para que los coches puedan entrar y salir del garaje, que para eso está.
- Vecina de Miramadrid: ¡Pero hombre! ¿A qué viene ahora cambiar todo? ¡Con lo bien que estábamos…!
El responsable de movilidad, que no sabe dónde meterse y que teme una bronca de esas que hacen época decide justificarse, como si eso lo arreglara todo.
- Responsable de movilidad: A mí es que me han nombrado hace menos de un mes…
Y se queda tan ancho…
Esto sucedió tal cual y tengo testigos que no son la vecina de Miramadrid que pueden corroborarlo. Planificación al poder.
Eso sí, buena persona.