abochornado dijo:
Por un momento pensé que las Fiestas del Pueblo habían supuesto un punto y aparte, un descanso, un parar, una instrucción de dejar de decir tontunas.
Pues no.
Era un espejismo que poco ha durado.
La tentación es grande.
Qué bochorno que alma tan sensible y delicada tenga que estar sometida a semejante trajín.
A ver si esta banda de tuercebotas deja de decir tontunas y te permite degustar los finísimos manjares intelectuales de este foro con una pizca de paz y sosiego.
Joder, qué tropa.