¿Y qué decir de ese sillón, que pese a su desproporcionado precio no despertó en la interventora el menor recelo?…
Que qué decir, pues esto:
Romance del sillón
Por el pueblo se comenta,
y es que aquí todo se sabe,
que se han pagado mil euros
de fondos municipales
por mejor acomodar
el culo de nuestro alcalde.
Y la gente sorprendida
va y le pregunta al Miñambres:
“¿Es que acaso ese sillón
tiene sedas orientales
con triglifos y metopas,
escudos ornamentales,
cuero de vaca clonada
por científicos de Yale,
interfase USB
y televisión por cable?
¿O será que se han pagado
dineros adicionales
pues se tuvo que acudir
a las tallas especiales
porque si no, no cabía
el culo de nuestro alcalde?”
Y Miñambres les contesta
altanero y petulante:
“Pero ¿qué pregunta es ésa?
No me seáis ignorantes.
Tenemos como misión
ya que somos concejales,
evitar el deterioro
de bienes municipales.
Y ahí debemos incluir,
(pues no es pequeño el montante
que se ha invertido en banquetes,
cuchipandas y pedales,
para tenerlo lozano,
espléndido, rebosante,
brillante y majestuoso)
el culo de nuestro alcalde”
“Escalofríos me dan
si pienso que ha de sentarse
en una poltrona indigna
del augusto personaje.
Que no sufran la menor
rozadura las sus carnes,
que sienta que está flotando
levemente por los aires,
y cuando al venir del Pela
una siesta quiera echarse,
entre vapores de alcohol
y efluvios estomacales,
que sueñe con angelitos
y criaturas celestiales.
Es lo menos que merece
el culo de nuestro alcalde”
Así las cosas están;
que luego no nos extrañe
si los recursos no llegan
para cosas importantes
mientras se gasta a capricho
sin vergüenza y sin cortarse.
“Qué más dará” piensa el Sapo
“si al final van a votarme!”
Y no le falta razón,
hasta que el pueblo se harte,
y mandemos a tomar
por el culo a nuestro alcalde
by Batueco