Mi hija tiene un perro, que lleva convenientemente atado, y otros propietarios de perros le dicen que por qué no lo suelta, que todos los llevan sueltos y que no pasa nada. Hace poco, vinculando por la calle Sombra de la Torre, tanto yo, como otro vehículo que venía en sentido contrario, tuvimos que frenar en seco, para no atropellar a un perro, que se nos cruzó por la carretera. Detrás iba corriendo su dueño, tratando de cogerle inútilmente, pues el animal se le escapaba. Hace unos meses, cuando salíamos mi mujer y yo de casa, se nos echó un perro grande que iba suelto encima y se le puso a mi mujer a dos patas. También provocó, por cierto, el frenazo de un coche.Pero lo peor no fue el comportamiento del animal sino de su dueño porque cuando le recriminamos que lo llevara suelto sin ser capaz de controlarlo, se nos encaró, empezó a insultar y a amenazarnos. El Parque Juan Carlos I, en Madrid, está lleno de carteles donde pone que está prohibido llevar perros sueltos y sin embargo, la mayoría de los propietarios se lo pasan por el forro. El problema es que, los que tienen que vigilar y hacer cumplir la ley, aquí o en Madrid, es decir, la policía local, no lo hace. Yo no sé si es porque tienen órdenes al respecto o simplemente porque no quieren complicarse la vida, y las leyes, sean del rango que sean, o se está dispuesto a hacerlas cumplir y se sanciona al infractor o si no, lo mejor es derogarlas. Porque así, lo único que estamos aprendiendo los ciudadanos es a perder el principio de respeto a la autoridad y las leyes.