En abril de este año hice un pedido a Saneamientos Pereda por más de 3.000 euros. Eran 17 artículos y varios de ellos constaban de distintas piezas, que formaban un conjunto. Entre ellos unas 20 cajas con placas de cerámica. Al descargar se comprobaron los artículos en conjuntos. Sin abrir las cajas excepto el lavabo, revisado por una cara, dado que por su peso y fragilidad no quisimos moverlo más. De hacer la revisión pieza y piecitas, una a una, se hubiera tardado mucho más tiempo: no sé si los transportistas hubieran accedido a hacerlo; lo que querían era que yo firmará que había recibido todo, que estaba conforme.
Pocos días después, al ir a montar los artículos, comprobé que al kit de ducha le faltaban varias piezas y, lo más grave, que el lavabo estaba rajado por la cara de su uso. Acudí personalmente a Pereda y hablé con la comercial que me había atendido durante la compra. El resultado fue igual al reflejado en otros comentarios que aparecen aquí, incluido el gran disgusto por el maltrato recibido y la impotencia. Consejos: primero, no comprar a estos impresentables; segundo, de hacerlo, pensarlo muy bien antes de financiar la compra: ellos cobran todo al momento y, “una vez pagado, me olvido de ti”; tercero, “si compráis algo, abrid caja por caja y comprobar de una en una que vienen bien” (por muchas que sean), porque una vez firmado el albarán no tienen nada que hacer. Repito lo que han escrito otros: “gentuza/ poca seriedad, poca profesionalidad/ para vender todo son facilidades, pero ¡ay amigos! como surja un problema…/si sus productos tienen un problema… te mienten, te dejan tirado. Mucho cuidado con ellos”.
Ah, se me olvidaba: diferentes profesionales que me montaron el aseo me afirmaron que no compraban en Pereda, conocían sus artimañas. Y me advirtieron del resultado que iba a recibir de mi reclamación.