Bestialidad de vigilantes gitanos y poca seguridad

hola,

bueno, supongo que el impuesto revolucionario que hay que pagar por la "seguridad" ya está incluido en el precio de nuestra vivienda, por lo que este aspecto, en principio, no me preocupa (insisto, ya lo tengo pagado).

Distinto es el caso de os rallies que se producen a diario por allí y que podemos "pagar" (y no en dinero) cualquiera de los que pasamos por allí (por cierto, Dios, acuérdate de los que YA viven allí). Eso sí me preocupa. Hay varias calles bastante largas, de varios carriles, sin semáforos...y poca circulación...casi na. Espero que no se haga costumbre lo de acercarse por allí para poder pisar el acelerador impunemente.

De lo del perro, prefiero no decir nada, ya lo has dicho todo en tu descripción (es algo que podría haber ocurrido en cualquier sitio, y que sin duda ocurre, por desgracia...).

Salu2, vecinos

JF

Precisamente he leído hoy una noticia relacionada, que dice que la mayoría de las obras de la Comunidad de Madrid (entre el 80 y el 90% de las obras) sufren el mismo problema. Hasta las obras de Plan Barajas, y eso que son 30 empresas constructoras. Os la transcribo:
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ABC, EDICIÓN IMPRESA - Madrid
Cae una mafia dedicada a extorsionar a firmas constructoras del Plan Barajas
CARLOS HIDALGO/
MADRID. Cambiaban seguridad por dinero, pero ni siquiera, dentro de su execrable actitud, respetaban su propia palabra. La Comandancia de la Guardia Civil ha dado carpetazo a las actividades mafiosas que traían de cabeza a, al menos, 30 empresas constructoras que operaban en el llamado Plan Barajas y que estaban siendo sometidas a extorsión por parte de una banda compuesta por seis españoles y tres marroquíes. Todos ellos están ya detenidos.

El modus operandi de los arrestados, propio del Chicago de los años 20, era bastante simple: bajo la batuta del jefe de la banda, -J. S. M., de 48 años-, apodado «Pepe, el Patriarca», los malhechores «ofertaban» seguridad a las firmas constructoras que trabajan por la zona a cambio de una voluble cantidad de dinero, que oscilaba entre los 1.200 y los 2.500 euros. En su visita a las obras, los detenidos no se contentaban con pedir el dinero y advertir «de las consecuencias» del impago, sino que, además, robaban material y dañaban la maquinaria de las empresas, por si éstas dudaban de sus amenazas, informó a ABC la Comandancia.

Sin embargo, el hecho de que la constructora claudicase ante las exigencias de la mafia en numerosas ocasiones no significaba que la integridad física y material de la obra y de sus operarios estuviese cubierta. De hecho, se produjeron diferentes destrozos y agresiones en algunos de los recintos «custodiados» por los presuntos delincuentes, si bien éstos no provinieron precisamente de terceros, sino de la propia banda: todos, «vigilantes» y ladrones, formaban parte de la misma red.

Las investigaciones sobre robos en diferentes obras, caracterizados por el destrozo de maquinaria, puso sobre la pista al Instituto Armado, ya que se extrajo como nexo común que los recintos eran vigilados por personal relacionado con una misma empresa. Asimismo, ha sido clave la colaboración de los gerentes de las firmas, quienes denunciaron las prácticas delicitivas a las que estaban siendo sometidos. De esta manera fue como cayeron, además del cabecilla, el resto de los presuntos miembros de la red, entre quienes se encontraban cuatro españoles más: S. S. B, de 26 años ; J. M. V, de 29 ; J. S. M., de 27 ; J. J. B. P., de 38, y A. J. B., de 34. Asimismo, se ha podido saber que dos de los marroquíes que formaban parte del grupo estaban en España de manera irregular y vivían en el interior de una furgoneta facilitada por Pepe, el Patriarca. Aunque la red haya caído, las autoridades siguen adelante con las líneas de investigación.

«Práctica histórica»

Tanto desde la Guardia Civil como desde la Delegación del Gobierno en Madrid han reconocido que este tipo de realidades es una constante en nuestra región. El coronel José Navarro recalcó que estas prácticas no sólo se producen en la zona de Barajas, informa Ep, sino en toda la región, e incluso aseguró que «entre el 80 y el 90 por ciento de las obras» están siendo afectadas de algún modo por estas mafias. En similares términos se manifestó el delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, quien apuntó que se trata de «una práctica histórica en la Comunidad, y que con este primer golpe empieza ahora a ser erradicada». Además, destacó que «por increíble que parezca, en el ámbito de la construcción se tiene como algo habitual».

Entiendo que a las grandes constructoras pueda no importarles, pero también somos muchos los cooperativistas que asumimos directamente los costes de la obra... Entenderás que en este caso no me afecte de la misma manera.
Estoy intentando averiguar más sobre el tema de la seguridad. Os comentaré novedades.

Saludos

Yo estuve el Domingo y puedo dejar constancia de que hay familias de gitanos "guardando" algunas de las parcelas. Esto lo puede ver cualquiera que se de una vuelta porque andan con la tartera y la TV en los alrededores de la parcela que "vigilan".
Este abuso o mejor dicho chantaje es bien conocido por todos y nadie hace nada. Lo de pasar con la "fregoneta" a cargar ya lo he visto varias veces y no solo en Montecarmelo, sino tambien en Las Tablas, pero desengañaros, a las constructoras le sale más barato "dejarse robar" que contratar vigilancia privada.
Ahora solo falta que venga un listillo y me diga que somos unos racistas por hablar de gitanos, supongo que tendrá como vecino a alguno de estos pájaros, el caso es que nadie los quiere pero a muchos se les caen los pelos del sombrajo al solo mentarlos.

Creo que si empezamos a contar experiencias no paramos. Lo que me ocurrió el sábado fue los siguiente: fui a visitar las obras de mi futura casa, cosa que hago frecuentemente, y mientras revisabamos desde la parcela peatonal el interior de la futura urbanización, vimos entrar en esta zona peatonal una furgoneta blanca que aparcó a nuestro lado. De ella salieron dos gitanos y uno se quedó dentro(no pretendo atacar a nadie, solo relato lo que pasó). Al principio me surgió la duda y pensé que probablemente fueran los encargados de controlar la obra, cosa que me extraña porque hay un servicio general para el PAU, y que simplemente estaban comprobando que no nos colábamos en la obra. Pero para mi sorpresa, abrieron las puertas traseras, uno de ellos entró en mi urbanización y otro en la de al lado. Por cierto, conocían muy bien los huecos por los que entrar porque no les costó nada.
Lógicamente nos fuimos a buscar a los de seguridad, pero como alguien ya ha comentado, cuando paramos a uno de los coches y le contamos al vigilante (uno solo) lo sucedido no le quedó más remedio que ir a buscar a un compañero.... debe ser que no existe para ellos la radio o el móvil.
Cuando regresaron... ya habían cargado y salían de allí pitando. No sé en qué quedaría todo pero me parece indignante que sabiendo como se sabe que ocurren estas cosas no se haga nada al respecto (más bien todo lo contrario).

La seguridad del barrio no creo que esté todavía prevista, ya que todavía son pocas las promociones habitadas. Pero lo que sí que es cierto es que hay gente que se dedica a hacer carreras, saltándose semáforos y poniendo en peligro la seguridad de los que vamos a ver nuestras casas y a pasear por nuestro futuro barrio tranquilamente. El domingo yo también me topé con el espectáculo que relatas, el coche rojo a toda mecha, un Peugeot 405, circulando por todo el PAU, conducido por un gitano. Espero que los responsables de las obras controlen a estas familias o habrá que intentar que la policía municipal empiece a darse una vuelta por Montecarmelo ya.