Estuve la semana pasada y, en general, el servicio fue rápido y correcto.
Respecto a la comida, pedimos ensaladilla rusa, croquetas de marisco y bienmesabe. Las dos primeras raciones estaban buenas, aunque tampoco para tirar cohetes... sin embargo, el bienmesabe debería haberse llamado "malmesabe". No nos pudimos tomar ni un trozo de pescado del olor y sabor a amoniaco que tenía, era imposible comerlo. Cuando pedimos la cuenta se lo comentamos al camarero y, aunque nos dio una excusa barata, diciendo que era el sabor del pescado, no nos lo cobró. ¡Faltaría más!
Pero nos quedó la duda de si fue mala suerte y sólo nos tocó a nosotros o le pasó a más gente, ya que los de la mesa de al lado también pidieron bienmesabe.
Mirando en internet y preguntando, el olor y sabor tan fuerte a amoniaco es debido a la mala conservación del pescado.
En fin, la conclusión de esto es que, desde luego, nos han perdido como clientes, ya no nos fiamos de los alimentos de este bar.