Buenos días,
Sólo quería compartir con vosotros la última experiencia, surrealista a mi juicio, que he tenido este fin de semana en un par de ocasiones mientras paseaba por el barrio.
Se trata de llegar a un bar a caballo y atar el animal en un árbol frente a la puerta mientras te tomas algo. La primera vez el viernes a las 3 de la tarde; la segunda el sábado por la noche (después de recorrer a galope tendido una parte de Monasterio de Silos). En ambos casos en El Pescador, aunque no estoy seguro de si era el mismo jinete.
Por ahora ni critico ni aplaudo esta iniciativa, que de extenderse puede convertir Montecarmelo en una suerte de aldea del Rocío a la madrileña. Lo que sí me parece es insólito.
Un saludo,