No puedo estar más de acuerdo, aquí parece que nuestros hijos son santos, nunca están involucrados en nada y son los de “otros barrios menores” cuando los niños y adolescentes son nuestro fiel reflejo, los niños mal educados lo son, porque es lo que han visto, porque copian el modelo en casa recibido y porque se les premia con conductas negativas, ahora la culpa la tiene siempre el adulto, el niño siempre es inocente y como he llegado a oir “son niños y tienen que divertirse y molestar a los demás”, no se os ocurra por Dios recriminarle a un niño nada, te llegan a decir “ a mi hijo ni se te ocurra hablarle” en mi época si un adulto te echaba la bronca, prepárate para la de tus padres… ahora todo es al revés, por cierto, los que tiran huevos a las fachadas y piedras a las ventanas, también son de los nuestros.
El ambiente de privilegio y chulería también es interesante, aquí hay mucho que se cree nuevo rico por vivir en un barrio “de los buenos” cuando su casa es de protección oficial o de cooperativa, pero ha sido llegar aquí y creerse que nacieron en una alta cuna y pueden mirar a los demás por encima del hombro constantemente, incumplir normas y encima contestar a los demás de forma despótica, hay mucha gentuza sí y muy mal educados.
ojala dijo:
Es curioso...que haya gente que dudan de sí podrían ser niños de Montecarmelo cuando los adultos (sus padres, los que les enseñan comportarse) son privilegiados, mal educados, ensimismados, egoistas y muchas, simplemente gentuza. Llevo 14 años en Montecarmelo y creo que no me he encontrado un barrio igual, ni en Madrid, ni el resto de España. Hay un ambiente de chulería y privilegio preocupante. Cómo van a ser los hijos diferentes? Los chavales que beben, rompen botellas de cristal, dejan basura, colillas, chillan, se insultan mientras están de botellon en el mirador de Montecarmelo, son del barrio. Es un hecho y son delincuentes, sus actos delatan la educación que han recibido. Son los mismos adultos que aparcan en doble fila y cuando les miras mal o les eches la broca, responden, "no pasa nada, ha sido solo un minuto". Esos mismos que ves en las tiendas, en el centro comercial, en restaurantes con sus 2,3,4,5,6 hijos descontrolados, gritando, molestando y ellos, tan panchos, charlando con sus amigos papis como si hubieran dejado los niños en casa. En fin, si somos incapaces de ver que todos nuestros hijos pueden ser mejor educados, más empáticos y mejores personas, es debido a la completa falta de amor propio e introspección.