A ver, que yo creo que nadie pensamos en que haya que tener 50 quitanieves en propiedad esperando mirando al cielo a ver si se tienen que utilizar, eso no es racional. Pero tampoco tenemos que aguantar que nos traten los políticos como a niños, diciéndonos que estamos preparados para todo y que tranquilos, que ellos están al cargo.
Hoy, todos somos más expertos en nevadas que hace quince días. Somos gente de a pie. Pero a quienes se les tiene que presuponer expertos a priori es a los técnicos que asesoran a ayuntamiento y comunidad. Que quizás lo son y dicen las cosas a los políticos, pero es mucho más grandiolocuente inundar twitter con fotos entre dos quitanieves diciendo que “está supervisando los preparativos”.
Lo que yo hubiera esperado es que un par de días antes, se hubiera advertido a los ciudadanos de que el servicio de transporte en superficie podría quedar suspendido en cualquier momento de esa tarde de viernes. Que se hubiera recomendado que la gente no saliera salvo máxima necesidad bajo riesgo de quedarse retenido en cualquier carretera toda la noche sin posibilidad de rescate. Que centros comerciales, lugares de ocio, etc. cesaran su actividad a las seis de la tarde. Que se apelara a la solidaridad de los vecinos para intentar que todos los vehículos, en la medida de lo posible, quedaran a recaudo en los garajes (aunque fuera ocupando zonas comunes), y así facilitar el paso de quitanieves acelerando la vuelta a la normalidad. Que se establecieran canales de comunicacion (teléfono, mail, personas de contacto) entre ayuntamiento y organizaciones vecinales o sociales, para la organización de grupos de ayuda a convecinos, como se ha hecho en Montecarmelo con los 4x4 en una actuación digna de premio. Así como el establecimiento de grupos de limpieza de zonas estratégicas de los barrios, en coordinación con las juntas de distrito para evitar duplicidades. Páginas web donde no quedara nada a la improvisación, donde los vecinos pudieramos saber qué se va a hacer en nuestras calles y con qué medios en cada momento. Y, por supuesto, altísima coordinación entre administraciones, porque la verdad es que el barrio ha empezado a ser transitable cuando se han empezado a ver las quitanieves del ministerio, que son otro calibre.
Pero para esto tenemos que cambiar de políticos. No valen los que dicen que hacen y no hacen, ni los que se dedican buena parte del día a pensar en cómo echar la culpa a otros, o cómo debilitarlos políticamente aunque no sea beneficioso para el ciudadano.
Y, un secreto: los que cabiamos a los políticos somos los votantes.