Hola. He intentado crear un vínculo con una página de internet donde se hablaba de la guardería CADI. Como no he podido, os pego a continuación la noticia, por si la queréis leer. Parece que la dueña tiene otro nombre, y trata un poco de los requisitos de una escuela infantil.
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Las guarderías ganan la batalla a la caída de la natalidad Las guarderías se han convertido en los últimos años en un negocio atractivo y con gran potencial de desarrollo. Pese a la caída de la natalidad, el acceso de la mujer al mundo laboral, el incremento del poder adquisitivo de los españoles y la idea, cada vez más extendida, de que lo mejor para los niños es que convivan lo antes posible con otros de su edad han relanzado este tipo de centros, que no sólo guardan niños, sino que los educan para el futuro.
Expansión 10/12/2002
¿Le gustan los niños? ¿Ha pensado alguna vez en abrir una guardería? Si se cuenta con la suficiente capacidad de inversión -el coste inicial depende del tamaño del local y de si éste es propio o en alquiler-, la guardería es un negocio que ofrece, pese a los bajos índices de natalidad, un gran potencial de desarrollo.
La incorporación de la mujer al mundo laboral, el incremento de la capacidad adquisitiva de los españoles y la idea, cada vez más extendida, de que para el desarrollo óptimo del niño es necesario que se relacione cuanto antes posibles con otros niños de su edad, ha convertido a estos centros es uno de los negocios más atractivos del momento.
La apertura de una guardería no entraña, además, demasiadas dificultades. Inicialmente, basta con contar con el local adecuado, independiente y de al menos doscientos metros cuadrados. Una cosa sí que hay que tener muy en cuenta y es que una guardería no es un negocio cualquiera. Trabajar con niños exige un gran responsabilidad y no hay que olvidar que, en este caso, la mejor herramienta de márketing es el boca a boca entre los padres.
Cambio de la ley
En España, desde que entró en vigor la Logse (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo) las guarderías han dejado de ser un espacio de juego y descanso destinado a guardar niños, para convertirse en auténticas escuelas infantiles, reconociéndose incluso a nivel oficial la labor educativa que desempeñan.
Pilar Costa es propietaria, junto a otras dos socias más -Angeles Gonzalez y Alicia Saez-, de Cadi (Centro de Atención y Desarrollo Infantil), una guardería en Arroyo del Fresno, un barrio de reciente construcción junto a Mirasierra, en la zona norte de Madrid. Costa habla con pasión de lo que hace y su primer consejo para todo aquel que quiere abrir una guardería está muy claro: "Este es un negocio que no se debe crear pensando en la rentabilidad. Para abrir una guardería es necesario tener una gran vocación. No es algo en lo que pueda trabajar alguien a quien no le gusten los niños y, sobre todo, su educación". Los propietarios de Cadi aseguran que, contrariamente a lo que se pueda pensar, la guardería no es tan rentable como algunos puedan pensar.
"Un centro infantil se puede montar de cualquier forma, y entonces es posible que dé mucho dinero, o haciendo inversiones muy fuertes, y entonces la cosa cambia. Nosotros tenemos tres profesores por aula, un jardín anexo y todo el mobiliario adecuado a las necesidades de los más pequeños", asegura. Pilar Costa reconoce que una de las mayores satisfacciones es "ayudar a los padres a que puedan tener hijos".
Por ello, planea ya la apertura de otros dos centros más en otros dos barrios de Madrid -Montecarmelo y Las Tablas-, ambos de nueva construcción. "En España hacen falta más guarderías. Hay mucha gente que no puede tener hijos porque no tiene con quién dejarlos". A Cadi montar la guardería en Montecarmelo no le va a salir barato. Si a la compra del local, que tiene más de trescientos metros cuadrados, se le suma, el mobiliario y la adecuación necesaria del centro, la inversión puede elevarse hasta el millón de euros.
Inversión mínima
No siempre hace falta, sin embargo, hacer una inversión tan fuerte. La inversión media para abrir una guardería es de 204.340 euros. Como mínimo hacen falta ocho empleados con titulación en magisterio o técnicos en jardín de infancia. Al tratarse de un sector con un alto nivel de paro, no resulta demasiado complicado encontrar buenos profesionales. Y los sueldos no son demasiado altos: unos 662 euros netos al mes, más dos pagas extras anuales.
Plazas
Los expertos recomiendan que haya un mínimo de sesenta plazas. El precio mensual por cada niño ronda los trescientos euros por un horario escolar de nueve de la mañana a seis de la tarde. De acuerdo con los datos del sector, la facturación anual de una guardería se sitúa alrededor de los 265.000 euros y el beneficio en torno a 66.250 euros, lo que representa un margen del 25%. Pilar Costa advierte de que "una guardería con una infraestructura adecuada tiene un margen menor, del 10%".
A la hora de montar estos centros hay que tener en cuenta, además, la ubicación. No es lo mismo abrir una en el centro de las grandes ciudades que hacerlo en las zonas dormitorio y, sobre todo, en los barrios nuevos. Los horarios deben ser flexibles (es bueno que abran antes y cierren después que los colegios del entorno).
Los requisitos para montar una guardería
Deben tener personal cualificado. Se necesita un empleado por cada ocho menores de ocho años, por cada trece menores de dos y por cada veinte menores de tres años.
Debe haber un número determinado de alumnos por aula.
Cuando hay niños menores de un año, han de tener un espacio especialmente equipado para la preparación de alimentos.
Existirá una sala de usos múltiples de 30 metros cuadrados como mínimo, que en caso de necesidad podrá ser utilizada como comedor.
Se exige un aseo por cada sala destinada a niños de 2 a 3 años. Este servicio deberá ser visible y accesible desde el aula y contará como mínimo con dos lavabos y dos inodoros.
El centro estará situado en un local de uso exclusivo y con acceso independiente al exterior.
El personal del centro tendrá un aseo propio (separado de las salas y de los servicios de los niños) con un lavabo, un inodoro y una ducha.
Por cada nueve aulas, habrá un patio de juegos de uso exclusivo del centro, con una superficie que en ningún caso podrá ser inferior a 75 metros cuadrados.
Es necesario contar con una licencia municipal de ámbito urbanístico y otra para desarrollar la función de centro educativo de la consejería de Educación de la comunidad autónoma que corresponda.
Se debe tener también un seguro de responsabilidad civil, que tiene un coste de 2.300 euros al año. Son veinticuatro euros por ejemplo y año.
El gobierno quiere impulsar las aperturas
Antes de abrir una guardería hay que contar con dos licencias, una urbanística que otorgan los ayuntamiento y otra para poder empezar a trabajar como centro infantil que conceden las consejerías de educación de las comunidades autónomas. Además de los centros privados, existen guarderías públicas, bajo la tutela del Estado. En el caso de la oferta pública, aproximadamente el veinte por ciento de las cuatro mil guarderías que existen en España, se está imponiendo la tendencia a que la Administración ceda la gestión a una empresa privada.
La intención del Gobierno es impulsar las aperturas de todo tipo de centros para fomentar la natalidad. El Ejecutivo dará, por ejemplo, ayudas a las empresas que creen guarderías para los hijos de sus empleados en el propio centro de trabajo o en los alrededores, hasta ahora prácticamente inexistentes.
El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, también se ha comprometido a extender la bonificación total de la cuota de la Seguridad Social a las mujeres que hayan sido madres durante el año posterior a su reincorporación al mercado laboral y a reformar la ley de familias numerosas. Estas medidas se unen a la reforma del IRPF, que entrará en vigor en 2003, que ya recoge ventajas fiscales para las mujeres trabajadoras, como el aumento de las deducciones por el cuidado de menores.
El objetivo final es impulsar la natalidad. España es el segundo país europeo con la tasa más baja de fecundidad. La media europea es de 1,47 hijos por mujer, mientras que las españolas registran un promedio de 1,25, sólo por delante de las griegas. Aunque a partir del año 2000 hubo una ligera tendencia al alza, impulsada por la inmigración, lo cierto es que el índice de natalidad viene cayendo de forma imparable desde comienzos de la década de los años setenta.
Para el titular de Trabajo, esto demuestra la "urgencia" de tomar medidas para asegurar el recambio generacional y paliar el progresivo envejecimiento de la población. La reforma del IRPF, que entrará en vigor el año que viene, ya recoge una serie de ventajas fiscales para las mujeres trabajadoras, entre las que destaca una paga de cien euros por cada hijo menor de tres años y un aumento de las deducciones por el cuidado de menores.