TABARE dijo:
TU QUE PASA QUE NO FUMAS EN TU TRABAJO Y NO TIENES TU TIEMPO DE DESCANSO PUES EN EL HOSPITAL PASA LO MISMO MAJETE TODO EL MUNDO TIENE DERECHO AL DESCANSO Y HABLAR AL FIN AL CABO LAS ENFERMERAS SE LO TOMAN COMO UN TRABAJO COTIDIANO COMO PUEDE SER EL TUYO Y EL MIO,Y LA CULPA DE LOS RETRASOS EN URGENCIAS NO LA TIENE LAS ENFERMERAS NI AUXILIARES NI CELADORES LA TIENE LA ADMINISTRACION EN ESTE CASO LA COMUNIDAD DE MADRID POR NO METER MAS MEDICOS DONDE REALMENTE HACE FALTA.
Que malvada es la Administración Central y la Comunidad de Madrid, que yo sepa ni Zapatero ni Espe están en el servicio de urgencias atendiendo a los pacientes. El tiempo de espera lo puedo tolerar somos muchos los pacientes y pocos los medios, pero con lo que no trago es que los trabajadores de guardia se pasen toda la noche hablando y riendo a voces molestando a pacientes (o clientes como prefieras) que no están ingresados por gusto ni por las vistas de la habitación.
Yo en mi trabajo por su puesto que hablo y tengo mis descansos oportunos a los que todos tenemos derecho, lo que no hago y no me permitirían es hablar a voces. Cada uno se toma su trabajo como algo cotidiano, no hace falta que los trabajadores de la sanidad lloren las penas de todos los que acuden a él, pero un poquito de respeto coño, que no están currando en un bar.
Lo de privatizar la sanidad era una exageración simplemente para tocar los cojones porque todavía estoy cabreado.
En la sanidad pública he tenido muy malas y buenas experiencias. Por ejemplo no tengo ninguna queja de la atención en planta pero hemos sufrido en la familia malos diagnósticos y dejadez reiterada por parte del médico de cabecera y del servicio de urgencias con un familiar que sigue vivo de milagro gracias a buenos profesionales de la sanidad pública que le atendieron en el último momento y le pudieron sacar adelante.
Osea que no me vengáis con cuentos de que la sanidad es magnífica y contamos con los mejores medios humanos del mundo porque hay de todo, magníficas personas y gente que merecería estar en el paro pero que no se les castiga ni se les despide. Esto es como con las tiendas de muebles, cada uno cuenta la historia como le ha ido.