La AD Parla, el equipo de fútbol de nuestra localidad, tiene una camiseta de idénticos colores y diseño a la del famoso equipo italiano del Inter de Milán. Hasta ahí, las similitudes, pues Milán y su entorno de la región de la Lombardía son una de las áreas más prósperas e industrializadas del mundo con un Producto Interior Bruto per cápita que ronda los 36.000 euros por persona(Eurostat 2006), mientras que el PIB per cápita de Parla rondaba los 10.000 euros (INE 2006).
Los datos socioeconómicos muestran que Parla es una de las ciudades de más de 100.000 habitantes más pobres y atrasadas no sólo de España sino de toda la Unión Europea. Pero al margen de esta somera introducción económica coyuntural, hoy toca hablar de fútbol, pues esta semana el Ayuntamiento de Parla adelantaba los 100.000 euros de subvención de 2010 ante la ruinosa situación económica del equipo de fútbol.
La AD Parla, como club privado, debe buscar sus propios recursos para subsistir, bien sea la exhibición de publicidad estática, sorteos, rifas, venta de camisetas, paellas gigantes o lo que sea, pero es indigno que se otorgue una astronómica subvención de 100.000 euros porque siguiendo esa dinámica, el resto de entidades deportivas también tendrían derecho a exigir semejantes regalos en metálico y en ese caso nuestros impuestos irían exclusivamente a financiar equipos deportivos, como si los ciudadanos fuéramos mecenas sobrados de dinero que lo regalamos con toda alegría. Realmente esto es como si el Ayuntamiento de Parla, en funciones de carterista, metiera la mano en el bolsillo de cada parleño y, sin su permiso, le sustrajera un euro para destinarlo al equipo de fútbol.
Mientras, la situación del deporte de base en Parla, a excepción del omnipresente fútbol, es desastrosa y muy precaria en casi todas las disciplinas deportivas, con prácticamente todas las instalaciones y servicios deportivos privatizados. Ejemplo concluyente es que si compras un abono para la privatizada piscina cubierta del polideportivo Castillejo (empresa Servidrive), éste mismo abono no sirve para la piscina cubierta del minipolideportivo Los Lagos(empresa Supera). Algo insólito y que no ocurre en ningún otro Ayuntamiento, donde todos los abonos, entradas, actividades, instalaciones, etc están totalmente coordinados y con un funcionamiento homogéneo, y son polivalentes para cualquiera de las instalaciones deportivas, por eso son precisamente municipales.
En fin, Parla, como siempre, la peor, si no pasen y vean el catastrófico servicio de gestión y (des)atención que tiene el Patronato de Deportes ubicado en el antiguo colegio San Ramón. Aquello es un paradigma de ineficacia, caos, mala gestión, descoordinación, pésimo o nulo servicio al ciudadano y malas caras. Nada de gestión eficaz, ni consulta de listas o inscripciones por Internet, ni ágil gestión de altas y bajas de cursos y actividades deportivas. Será que el personal está influenciado por las cavernosas instalaciones del colegio San Ramón, que son como escenarios naturales para una película de terror. Espantoso, en una palabra.
Lo más disparatado, como suele ser habitual, es la actuación de ese “estómago agradecido” que es el único(¡menos mal que sólo es uno!) concejal de IU que existe en la corporación municipal parleña, que nos muestra su lucidez diciendo que el equipo “lleva la imagen de la localidad por toda España” (sorprendente que no diga “Estado Español” como los apátridas de su partido), cuando en Tercera división todos los equipos son de Madrid y como muy lejos este año se jugó con el equipo pacense del Don Benito. Y bueno, la imagen de Parla que hay en toda España ya se sabe cual es, por desgracia, de lugar marginal y depauperado, paro e inmigrantes en masa. Este personaje se supera, lo de su propuesta de homenaje a Darwin hace meses en un municipio con un 38 % de desempleados es de auténtico “galáctico”.
Ya les gustaría a los parados parleños que este concejal se dedicara a trabajar por ellos buscando la implantación de grandes empresas, eficaces planes de formación, o instara al Ayuntamiento, por ejemplo, a replantar los centenares de alcorques vacíos que hay en Parla desde hace infinidad de años, que la gente no fuera en el Cercanías enlatada como sardinas cada mañana, que se solucionaran los atascos kilométricos en los que los parleños dejan parte de sus vidas, que se limpiaran las toneladas de escombros y vertidos que existen en los campos parleños, que se crearan modernas infraestructuras comerciales y de comunicaciones, etc.
Pues eso, despilfarro de 100.000 euros (y van..........) por darle pataditas a un balón. ¡Muerte a la cultura!. Así es Parla, unos corren detrás de una pelotita y otros dan el pelotazo.
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