En consonancia con el clima de inseguridad y delitos que sacude la ciudad, una empresa más ha cerrado sus puertas en Parla. El supermercado Maxi Día situado en la márgen derecha de la salida de Parla Norte, y que no hacía ni un año que había abierto sus puertas, ha tenido que cerrar y con ello se produce la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Esta vez no ha sido por la bajada de las ventas o falta de clientes. Ha cerrado el Maxi Día debido a los incesantes robos y atracos que ha sufrido en este año de existencia y que han hecho insostenible su viabilidad. Este caso resume a la perfección dos de los grandes dramas de Parla, dos más entre muchos, intrínsecamente relacionados, la inseguridad y el desempleo.
Sólo mencionar que hace dos semanas, caminando por la mismísima y céntrica calle Pinto, me acerqué al pasar por allí al ver cierto revuelo de voces y personas. También estaba la policía presente en torno a un grupo de gente. Instantes antes, unos atracadores habían rociado un spray en la chaqueta de una señora, la advirtieron de una mancha y aprovecharon el descuido para llevarse la chaqueta y la cartera que llevaba en su interior. Allí estaba la pobre mujer presa de un ataque de ansiedad y desesperación atendida por los empleados de una cercana tienda de telefonía, que habían sido los primeros en acudir a socorrer a la desdichada mujer.
Son las noticias que nunca saldrán en los medios de comunicación pero que desgraciadamente son el pan nuestro de cada día en Parla, inmersa en un clima de inseguridad que se palpa en las calles y la vida cotidiana, aunque los necios y la aristocrática casta apesebrada, enchufada, revanchista, iletrada e incompetente de los que más de tres décadas desbaratando Parla, seguirán mirando para otro lado, llamando a esto casualidad o echando balones fuera, cuando no recurriendo al insulto y al fanatismo que les caracteriza.
Parla ya es un símil de los poblados del Far-West donde los cuatreros y los forajidos campaban a sus anchas.
Otra empresa más que cierra sus puertas. Unas por unos motivos y otras por otros pero en resumidas cuentas resulta espeluznante y devastador realizar un recorrido por los distintos polígonos “industriales” de Parla, zonas desoladas y decrépitas, con negocios abandonados, naves en ruinas, basura y escombros por doquier y donde de la crisis ya había comenzado incluso mucho antes de del estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica que atenaza a España.
Llegará un día en que el paro ya no crezca en Parla. El día en que todos los parleños, menos los de la casta apesebrada, estemos en paro.
Más informacion y fotografías en el Blog de Parla
http://www.madridparla.blogspot.com