El pasado sábado, al término del pleno de investidura en el que se certificó públicamente y delante de 500 personas el pacto total entre PSOE e IU (muy legítimo por otra parte), pudimos comprobar la incoherencia y la hipocresía de los supuestos indignados del 15-M.
Afiliados y simpatizantes de IU esperaban a los políticos a la salida del pleno gritando, entre otras sandeces, aquello de "PSOE, PP, la misma mierda es". Eran los mismos cuyos compañeros acababan de pactar con el PSOE. Es más, algunos simpatizantes de IU que acudieron al pleno para aplaudir y jalear ese pacto, estaban un minuto después gritando que el PSOE es una mierda. ¿Alguien se lo explica?
Otros compañeros de IU en otras partes de España no han pactado con "la mierda" del PSOE, lo cual es tan democrático y legítimo como pactar para los que sí creemos, aceptamos y respetamos las reglas de la democracia. Pero hay que ser muy cínico para apludir lo que un minuto después estás criticando.
Otra cosa que también me llamó la atención fue la hipocresía de una parte del público (no todo, por supuesto) que apoyaba al PSOE. Recriminaron, y con razón aunque no con las formas más correctas, a una simpatizante del PP que, en honor a la verdad, se puso un poco pesadita interrumpiendo el discurso del alcalde socialista (mis felicitaciones y mi deseo de que tenga mucha suerte en su gestión, porque será la suerte de todos los parleños, incluso de los que no compartimos sus ideas).
Pero lo gracioso es que los mismos que increpaban a esta señora para que se callara eran los mismos que, solo unos minutos antes, habían estado interrumpiendo el discurso del candidato del PP con insultos y gritos. ¿Qué pasa, que ellos sí pueden increpar en público e interrumpir a un representante de los ciudadanos y los demás no pueden cuando se lo hacen a su candidato? Desde luego no parece una actitud demasiado progresista e igualitaria.
En este capítulo, merece mención a parte la ex concejala socialista Marisol Sánchez, que fue de las más vocingleras para interrumpir e increpar al candidato del PP, pero que justo después pedía silencio para el del PSOE, incluso llegaba a levantarse y buscar con una mirada amenazante a cualquiera que osara interrumpir a su antiguo jefe (antiguo porque esta ya ex concejala iba en el puesto 15 y el PSOE sólo ha sacado 11 concejales, con lo que se quedó muy lejos de repetir otros cuatro años).
En fin, ejemplos del comportamiento incoherente y sectario de algunos. Por cierto, enhorabuena a los portavoces de IU, PP y PSOE, cuyas intervenciones estuvieron muy en la línea de lo que los vecinos han concedido a cada uno de ellos en votos y representación en el pleno. Y espcialmente para el de UPyD, que no pudo asistir a esta solemne sesión por problemas de salud de los que, afortunadamente, se recupera de forma feliz.
Y a todos ellos, que Dios (o quien sea) les dé juicio y sabiduría para acertar y colaborar lo más posible por el bien de los parleños.