El Ayuntamiento de Parla, dirigido por el socialista José María Fraile, paga más de 60.000 euros por la conservación de 30 árboles en miniatura. La interventora municipal señaló el museo del jardín botánico como un derroche del PSOE.
Hace dos semanas, la presentación del particular «plan de ajuste» aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Parla sacó a la luz uno más de los despilfarros cometidos por el alcalde José María Fraile, y su ancesor, el líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez.
Parla, que actualmente acumula una deuda de 275 millones de euros, aprobó durante los años de bonanza algunos caprichos que ahora corren el riesgo de desaparecer. A saber: construyeron una playa artificial de 3.000 metros cuadrados que se rellena con agua salada y que cuenta con un paseo de fina arena de 800 metros; plantaron palmeras egipcias y césped inglés para cubrir rotondas y medianas con unos gastos de conservación desorbitados y, entre otras cosas, abrieron un jardín botánico y su propio Museo del bonsái con cargo a las arcas municipales.
Playa artificial y palmeras egipcias
Parla –que ha emprendido un plan financiero a ni más ni menos que veinte años para intentar dejar a cero sus números rojos– dedica una partida anual de 70.000 euros para el mantenimiento de un jardin de árboles en miniatura que se ubica dentro del jardín botánico del municipio.
La cifra de gastos de éste último «antojo», equivalente a la mitad de la pella que dejó el líder del PSM en el pago del combustible y calefacción de los colegios de Parla, ha llamado la atención hasta de la interventora del Ayuntamiento de Parla que no dudó en citar el escándalo del museo durante la elaboración del plan de ajuste a diez años que le solicitó el pleno parleño.
El documento, que finalmente fue desestimado por los socialistas –con el apoyo de los ediles de Izquierda Unida–, sugiere en su apartado de gastos «la supresión de contratos cuyo coste no esté financiado con subvenciones y que no constituyan un servicio esencial para la comunidad». Como ejemplo en el informe habla del «mantenimiento del museo del bonsái, lo que supondrá –asegura– el cierre del mismo».
El Museo del Bonsái de Parla, gestionado por el Club de Amigos del Bonsái de la localidad con cargo al presupuesto municipal, abrió sus puertas en 2006, durante el último mandato de Tomás Gómez como alcalde. El 9 de junio de 2006, según ha podido comprobar LA RAZÓN en las actas de las reuniones del Ejecutivo municipal, la Junta de Gobierno de Parla aprobó por unanimidad adjudicar mediante concurso «el suministro y equipación del Museo del Bonsái del Jardín Botánico a la empresa Arceval Jardinería S. L., por un importe de 349.932,52 euros, IVA incluido». La nueva zona verde de la localidad tiene una extensión 7.755 metros cuadrados de extensión de los que el museo –ubicado en su zona central y que dispone de programación propia– ocupa algo más de 410.
Una partida oculta
Cuatro meses después, el 21 de octubre de 2006, el Ayuntamiento de Parla publicaba una resolución en el BOE por la que se adjudicaba el contrado de servicios de conservación y mantenimiento del Museo del Bonsái y el jardín botánico por un importe de 79.980,84 euros.
El año pasado, la cifra destinada para cuidar la treintena de ejemplares tanto autóctonos como de origen chino y japonés (algunos de ellos fueron una donación del ex presidente del Gobierno Felipe González) se redujo, adjudicándose su conservación en concurso público por 59.040 euros, más IVA, a la sociedad Aema Hispánica S. L. Sin embargo, quizá para que la partida pasara más inadvertida, en el presupuesto de 2010 los gastos del museo de bonsáis se incluyeron en la partida de mantenimiento de zonas verdes (de algo más de 3 millones de euros).
En total, desde su apertura hace más de años, el Ayuntamiento ha invertido más de 500.000 euros para tener abierta a los vecinos de la localidad este singular parque. Ahora, en lugar de seguir el consejo de la interventora, el Consistorio de Fraile ha preferido aprobar un plan de ahorro en el que, entre otras cuestiones, pretende ahorrar un 20 por ciento en la partida de gastos por reprografía o material de oficina.
Aislamiento térmico y área de talleres
Sala de exposiciones de 410 metros cuadrados divididas en dos zonas; sala de invernaderos aislada térmicamente para albergar los ejemplares más sensibles; zona de talleres para realizar cursos sobre conservación... Al museo del bonsái, con sólo 30 ejemplares, no le falta detalle y cuenta con ejemplares de la colección del ex presidente,Felipe González. Gestionado por el Club de Amigos del Bonsái de Parla, el mes pasado celebró un certamen nacional de poda que ganó el equipo local.
CINCO AÑOS DE CAPRICHOS
CON LA FIRMA DE TOMÁS GÓMEZ en 2006 la Junta de Gobierno de Parla aprobó la creación de un jardín botánico en la localidad de 115.000 habitantes. 349.932 euros para mobiliario gastó el Consistorio en el equipamiento para albergar el museo del bonsái de la localidad en el corazón del jardín.
http://www.larazon.es/noticia/9868-los-bonsais-millonarios-de-parla