No sé si tenéis posibilidad de leer el periódico ABC, pero hoy viene un reportaje (que no encuentro por internet para poderlo adjuntar) que relata la historia de Ángel y Ana María, dos residentes legales en el edificio ocupado de la Calle Toledo. Es escalofriante. Como dejó de hacer favores a los ilegales, como darles comida, o les reprendió por sus ruidos de madrugada, 6 personas la esperaron a la salida de su casa y le dieron una brutal paliza. Incluso intentaron meterle los dedos, relata, por el agujero de una traqueotomía que tiene hecha.
¿Hasta cuándo se va a tolerar esto? el Alcalde, la comunidad, la policía, la delegación de gobierno? hasta cuando? Qué narices tiene que pasar, que haya algún muerto, para que tomen medidas?
Vivir ahí tiene que ser un tormento. Los que tienen posibilidad se van pero los que no pueden no tienen más remedio que vivir ahí, desamparados, con miedo, rodeados de delincuentes y soportando insultos y patadas en la puerta de madrugada para ocupar sus viviendas , mientras la ley y la justicia van por otro lado
Señores, hagan algo, echen a esos 160 okupas a la puñetera calle. Háganlo ya. O al final serán cómplices de cualquier desgracia que ocurra.
Y esto no se soluciona con una patrulla permanente de la policía. Se soluciona cogiéndoles de la pechera y sacándoles de allí y devolvíendoles a su chabola. No hay más