He residido toda mi vida en Parla. Desde mi infancia he conocido y sentido todo lo que los políticos han hecho en nuestra ciudad, y puedo dar fe, como testigo y observador de los hechos, de lo que estas personas han hecho por el municipio, o mejor dicho, al municipio.
Los orígenes son de sobra conocidos, la mayoría de personas que tenían cargos políticos en el Ayuntamiento a finales de los setenta provenía de las familias parleñas que se habían enriquecido, multimillonarias por obra y gracia de los promotores inmobiliarios. En aquella época se permitió construir casas antes que alcantarillado, y sin contar con un sistema de abastecimiento de agua para el volumen de gente que vinimos a vivir al municipio. Es la época de la famosa manifestación con el niño muerto de un pelotazo de goma, que provocó la irrupción posterior del primer gobierno socialista, pero también es la época de los Bermejo, los Artalejo, los Castrejón, de ir a comprar el agua al pozo del terrateniente de turno, que obviamente medraba para que no se trajera la del Canal de Isabel II, del primer banco de la iglesia de la asunción reservado para ellos, o de residentes que todavía llamaban a estas personas “amos” (No exagero, lo escuché y lo vi)
No cuento esto porque sí. Algunos de los herederos de estas familias, siguen en política en el municipio, siguen siendo propietarios, y siguen enriqueciéndose con la recalificación de terrenos, así que, en cuanto a estas personas, ya veis el perfil político, quiero gobernar para poder favorecer mis propios intereses económicos, y siguen ahí, ahora en la oposición. Sólo quiero que seáis conscientes, lo sepáis, y lo recordéis.
Pero cuidado, no os llevéis a engaño, los primeros socialistas del municipio que gobernaron, y lo hicieron durante mucho tiempo, también provenían de esta estirpe. Mientras el resto de municipios de la zona crecía, y se desarrollaba, Parla sufría las embestidas de la droga, de la alta tasa de paro, y de las ocupaciones de viviendas a medio terminar (¿Os suena de algo?)
Los gobernantes de turno eran incapaces de ponerse de acuerdo (Psoe-IU hicieron ingobernable el municipio durante muchos años) y lo peor, no tenían ni siquiera la cualificación y cultura necesaria para gobernar y gestionar un presupuesto y unas necesidades ciudadanas que ni siquiera entendían, y que además, no les importaban.
Se hicieron mejoras, algunas muy buenas, pero siempre muy por debajo de las que se estaban haciendo en el resto de los municipios de la zona. Y mientras pasaba el tiempo, los mandatarios socialistas iban poco a poco colocando en las sucesivas “oposiciones” a familiares, adeptos, hijos de proveedores de “cartera fácil”, etc. No me lo invento, conozco a muchas de las personas que se colocaron, a algunas a las que alquilaron sus locales vacios con cargo al ayuntamiento, y a otras tantas a las que se favoreció de distinta manera, y durante mucho tiempo. Por supuesto, otras aprobaron su oposición y se ganaron con su esfuerzo el puesto, seguro que estas personas sabrán entenderme si leen esto.
Mientras esto sucedía, los habitantes del municipio vivían otra realidad. Luchaban por llegar a la estación de tren situada a dos kms. del municipio, fundaban clubes de ajedrez, deportivos, se asociaban vecinalmente, en fin, hacían el trabajo de sus políticos, que estaban ocupados en otros menesteres mas “interesantes” (para ellos)
Y llego Tomás. Esta persona es la representación más fehaciente de la nueva casta política parleña, la que nos ha llevado a retroceder 30 años. Estos individuos, los Tomases, José Marías, Victorias, Rosas, y demás, sólo han hecho política en su vida, nada más. Exceptuando a Tomás, que ejercía su labor de Técnico de Formación y Empleo en el ayuntamiento, desde donde se fue haciendo “hueco” para otros intereses más altos, el resto ha dedicado su tiempo y esfuerzo a ganar elecciones, pasando primero por los peajes que se les han impuesto (Ir a aplaudir a mítines, pegar carteles, distribuir su discurso político a vecinos, familiares y amigos, etc.). Una buena parte de ellos sin estudios superiores, y algunos ni siquiera medios, que de no tener ni una cultura (ni unos valores mínimos) ni una formación adecuada, han pasado a ocupar concejalías de empleo, urbanismo, y, rizando el rizo, hasta de sanidad. Insisto, no especulo ni me lo invento, los conozco.
Estos compañeros de viaje son los que, mientras Tomás forjaba su futuro político de altos vuelos, iban aprovechando, directa o indirectamente, para sus propios intereses, de nuevo favoreciendo amistades, empujando a familiares a puestos en el ayuntamiento, etc. Es la última época, la de los asesores a 80.000 Euros, y los auxiliares de biblioteca a 50.000, de las renuncias al cargo, pero no al sueldo, del “no te puedo pagar la factura pero coloco a tu hija”. Ahora nos sorprende, pero es la consecuencia de haber tenido, salvo excepciones, una casta política dedicada prácticamente en exclusiva a sus propios intereses, y al de los que los rodean. Por eso Parla no tiene sede Universitaria, por eso Parla no tiene metro, por eso Parla tiene la tasa más alta de paro de la comunidad de Madrid, por eso para es el paraíso ocupa, por eso…
Y mientras tanto, los ciudadanos de esta ciudad seguíamos luchando, trabajando, buscando alternativas. Pero a Tomás se le ocurrió “la idea del millón”, acercarse todo lo posible a las asociaciones vecinales, a los grupos de interés no corrompidos, y los llenó de dádivas, subvenciones, y premios. Y así, de un plumazo, consiguió ser el alcalde más votado y que la mayoría nos creyésemos que todo estaba cambiando. (De nuevo, a golpe de talonario, del dinero de otros, el nuestro)
Como siempre, sólo hay que esperar; en cuanto hubo oportunidad Tomás salió corriendo de su pueblo del alma para seguir medrando a otro nivel, y los que se quedaron empezaron a dar vueltas en círculo intentando entender que tenían que hacer a partir de ahora (Todavía están en ello, aunque los más listos, y me consta, se están buscando el hueco en otros menesteres).
Conclusión, acuérdate de lo que te he contado, cuando tengas que votar, si es que todavía lo haces; Políticos incultos, medio corruptos, interesados, favorecedores de la riqueza de las familias originarias del municipio, profesionales de la política que no saben hacer otra cosa que buscarse el hueco para recibir un sueldo con cargo al erario público, etc.
Tú, como ciudadano, no los necesitas, vales mil veces más con tu lucha diaria y con tu ética, que ellos. Que no se te olvide.
He residido toda mi vida en Parla. Desde mi infancia he conocido y sentido todo lo que los políticos han hecho en nuestra ciudad, y puedo dar fe, como testigo y observador de los hechos, de lo que estas personas han hecho por el municipio, o mejor dicho, al municipio.
Los orígenes son de sobra conocidos, la mayoría de personas que tenían cargos políticos en el Ayuntamiento a finales de los setenta provenía de las familias parleñas que se habían enriquecido, multimillonarias por obra y gracia de los promotores inmobiliarios. En aquella época se permitió construir casas antes que alcantarillado, y sin contar con un sistema de abastecimiento de agua para el volumen de gente que vinimos a vivir al municipio. Es la época de la famosa manifestación con el niño muerto de un pelotazo de goma, que provocó la irrupción posterior del primer gobierno socialista, pero también es la época de los Bermejo, los Artalejo, los Castrejón, de ir a comprar el agua al pozo del terrateniente de turno, que obviamente medraba para que no se trajera la del Canal de Isabel II, del primer banco de la iglesia de la asunción reservado para ellos, o de residentes que todavía llamaban a estas personas “amos” (No exagero, lo escuché y lo vi)
No cuento esto porque sí. Algunos de los herederos de estas familias, siguen en política en el municipio, siguen siendo propietarios, y siguen enriqueciéndose con la recalificación de terrenos, así que, en cuanto a estas personas, ya veis el perfil político, quiero gobernar para poder favorecer mis propios intereses económicos, y siguen ahí, ahora en la oposición. Sólo quiero que seáis conscientes, lo sepáis, y lo recordéis.
Pero cuidado, no os llevéis a engaño, los primeros socialistas del municipio que gobernaron, y lo hicieron durante mucho tiempo, también provenían de esta estirpe. Mientras el resto de municipios de la zona crecía, y se desarrollaba, Parla sufría las embestidas de la droga, de la alta tasa de paro, y de las ocupaciones de viviendas a medio terminar (¿Os suena de algo?)
Los gobernantes de turno eran incapaces de ponerse de acuerdo (Psoe-IU hicieron ingobernable el municipio durante muchos años) y lo peor, no tenían ni siquiera la cualificación y cultura necesaria para gobernar y gestionar un presupuesto y unas necesidades ciudadanas que ni siquiera entendían, y que además, no les importaban.
Se hicieron mejoras, algunas muy buenas, pero siempre muy por debajo de las que se estaban haciendo en el resto de los municipios de la zona. Y mientras pasaba el tiempo, los mandatarios socialistas iban poco a poco colocando en las sucesivas “oposiciones” a familiares, adeptos, hijos de proveedores de “cartera fácil”, etc. No me lo invento, conozco a muchas de las personas que se colocaron, a algunas a las que alquilaron sus locales vacios con cargo al ayuntamiento, y a otras tantas a las que se favoreció de distinta manera, y durante mucho tiempo. Por supuesto, otras aprobaron su oposición y se ganaron con su esfuerzo el puesto, seguro que estas personas sabrán entenderme si leen esto.
Mientras esto sucedía, los habitantes del municipio vivían otra realidad. Luchaban por llegar a la estación de tren situada a dos kms. del municipio, fundaban clubes de ajedrez, deportivos, se asociaban vecinalmente, en fin, hacían el trabajo de sus políticos, que estaban ocupados en otros menesteres mas “interesantes” (para ellos)
Y llego Tomás. Esta persona es la representación más fehaciente de la nueva casta política parleña, la que nos ha llevado a retroceder 30 años. Estos individuos, los Tomases, José Marías, Victorias, Rosas, y demás, sólo han hecho política en su vida, nada más. Exceptuando a Tomás, que ejercía su labor de Técnico de Formación y Empleo en el ayuntamiento, desde donde se fue haciendo “hueco” para otros intereses más altos, el resto ha dedicado su tiempo y esfuerzo a ganar elecciones, pasando primero por los peajes que se les han impuesto (Ir a aplaudir a mítines, pegar carteles, distribuir su discurso político a vecinos, familiares y amigos, etc.). Una buena parte de ellos sin estudios superiores, y algunos ni siquiera medios, que de no tener ni una cultura (ni unos valores mínimos) ni una formación adecuada, han pasado a ocupar concejalías de empleo, urbanismo, y, rizando el rizo, hasta de sanidad. Insisto, no especulo ni me lo invento, los conozco.
Estos compañeros de viaje son los que, mientras Tomás forjaba su futuro político de altos vuelos, iban aprovechando, directa o indirectamente, para sus propios intereses, de nuevo favoreciendo amistades, empujando a familiares a puestos en el ayuntamiento, etc. Es la última época, la de los asesores a 80.000 Euros, y los auxiliares de biblioteca a 50.000, de las renuncias al cargo, pero no al sueldo, del “no te puedo pagar la factura pero coloco a tu hija”. Ahora nos sorprende, pero es la consecuencia de haber tenido, salvo excepciones, una casta política dedicada prácticamente en exclusiva a sus propios intereses, y al de los que los rodean. Por eso Parla no tiene sede Universitaria, por eso Parla no tiene metro, por eso Parla tiene la tasa más alta de paro de la comunidad de Madrid, por eso para es el paraíso ocupa, por eso…
Y mientras tanto, los ciudadanos de esta ciudad seguíamos luchando, trabajando, buscando alternativas. Pero a Tomás se le ocurrió “la idea del millón”, acercarse todo lo posible a las asociaciones vecinales, a los grupos de interés no corrompidos, y los llenó de dádivas, subvenciones, y premios. Y así, de un plumazo, consiguió ser el alcalde más votado y que la mayoría nos creyésemos que todo estaba cambiando. (De nuevo, a golpe de talonario, del dinero de otros, el nuestro)
Como siempre, sólo hay que esperar; en cuanto hubo oportunidad Tomás salió corriendo de su pueblo del alma para seguir medrando a otro nivel, y los que se quedaron empezaron a dar vueltas en círculo intentando entender que tenían que hacer a partir de ahora (Todavía están en ello, aunque los más listos, y me consta, se están buscando el hueco en otros menesteres).
Conclusión, acuérdate de lo que te he contado, cuando tengas que votar, si es que todavía lo haces; Políticos incultos, medio corruptos, interesados, favorecedores de la riqueza de las familias originarias del municipio, profesionales de la política que no saben hacer otra cosa que buscarse el hueco para recibir un sueldo con cargo al erario público, etc.
Tú, como ciudadano, no los necesitas, vales mil veces más con tu lucha diaria y con tu ética, que ellos. Que no se te olvide.
Imagino que todos los que son políticos o viven de sus favores empezarán a descalificar lo que he contado...en fin, es su trabajo, proteger los favores que han conseguido.