Este señor tiene muy poco margen de maniobra, especialmente en el ámbito de los dineros que el ayuntamiento gestiona, y no sé hasta que punto puede apartarse de los presupuestos de 2010, que son los vigentes.
Lo de las excentricidades que, según ha dicho, Parla no se puede permitir abunda en esa misma limitación de gobierno y no tengo nada claro que la iniciativa privada vaya a encargarse al cien por cien de hacer ese centro comercial con cines, comprar los terrenos, etc. Otra cosa es que se trate de terreno público y el ayuntamiento participe de algún modo, cosa que necesitaría una aprobación presupuestaria del pleno municipal, algo que hoy por hoy no se tiene.
Lo del “superavit del tranvía” no lo ha concretado en € por año y no habría estado de más. Así podríamos hacernos una idea de cuánto se tardará a ese supuesto ritmo de superavit en pagar la deuda de 300 millones que sí ha dicho que tiene el tranvía.
Por último, me detendré en esa pretendida “dedicación a tiempo parcial” que el pleno no le ha aprobado. Lo que el Sr. Hervás quería no tiene nada que ver con que le nombren senador o eurodiputado. En la entrevista omite a los ciudadanos que su situación es de excedencia forzosa (algo que a diferencia de la excedencia voluntaria le permite reservar su puesto de trabajo en la Inspección Médica) y también omite que la finalización de dicha excedencia, lógicamente, solo puede tener lugar cuando deje de ser alcalde.
El sistema de excedencia forzosa está así dispuesto para que puedan dejar el trabajo los cargos públicos elegidos o designados. Si volviera a su empleo a tiempo completo, con sueldo completo, sin dejar de ser alcalde, las exigencias del cargo municipal seguramente le obligarían a un excesivo e inadmisible número de ausencias en el trabajo que la Sanidad que todos pagamos no tiene por qué sufrir y asumir. El pleno del ayuntamiento, por una vez, ha actuado consecuentemente.
Si hipotéticamente le nombraran senador, como comenta en la entrevista, simplemente dimitiría de alcalde, se iría al Senado, continuaría en excedencia forzosa en la Inspección Médica y, efectivamente, nadie diría “esta boca es mía.