Se calcula que más un 30% de los comercios, locales y establecimientos hosteleros de Parla "pueden tener muchas dificultades para sobrevivir" debido a la crisis económica del coronavirus, que solo en el período de reclusión les ha provocado ya enormes pérdidas de ingresos.
Al largo cierre y a las dificultades que ya arrastraba en los últimos años el pequeño comercio, sumado al auge del comercio electrónico, se une el desplome del consumo a causa de la crisis económica que se traduce en paro y dificultades económicas, lo que provoca que el consumo de la gente se limite a productos y bienes de primera necesidad.
Estos días ya se está viendo en las calles de Parla que hay muchos locales que no van a abrir y han cerrado definitivamente: bares, comercios y locales que ha sido desmantelados o simplemente han colgado el cartel de “se alquila o se vende”.