La Guardia Civil ha detenido en Parla a un hombre, con numerosos antecedentes por estafa, que aprovechando sus conocimientos informáticos usurpaba identidades para operar a través de banca online y que tenía una placa con la que hacía creer a su pareja que era policía.
La investigación, desarrollada por los agentes del equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, se inició a principios de abril del 2020 cuando se produjo una denuncia de una estafa y usurpación a través de medios telemáticos.
La víctima había intentado alquilar un piso por internet y facilitó documentación personal que a la postre fue utilizada para realizar una apertura de cuenta bancaria y usarla con fines ilícitos. Con los datos aportados, la guardia civil rastreó el anuncio y localizó el punto de origen desde el que se estaban realizando las operaciones.
Los investigadores encontraron a otras cuatro víctimas más que habían sufrido la usurpación de sus datos personales, además de utilizar su identidad de forma fraudulenta, con operaciones no autorizadas a través de banca online.
El presunto estafador era un hombre, de 37 años vecino de Parla, que contaba con numerosos antecedentes por hechos similares.
Entre los distintos anuncios que localizaron provenientes de la misma IP, había una oferta en una página web de material sanitario en marzo de 2020, durante la primera ola de la pandemia cuando había escasez de mascarillas.
Registro de su vivienda
En el registro de la vivienda en Parla, los agentes localizaron en una caja fuerte cerca de 20.000 euros, documentación falsificada, 407 tarjetas SIM asociadas a números de teléfono y categorizadas para su utilización de distintos servicios bancarios y 45 tarjetas bancarias de distintas entidades bancarias.
También había una placa de identificación de policía nacional, sin numeración, la cual utilizaba como cobertura haciendo creer a su pareja que era miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Además, en el inmueble había bridas, unas esposas, una escopeta de aire comprimido y una pistola simulada. Los agentes intervinieron un pendrive utilizado para almacenar criptomonedas, un equipo electrónico para clonación de tarjetas bancarias, 17 teléfonos móviles de última generación, potentes equipos informáticos, dispositivos de almacenamiento informático, antenas amplificadoras de wifi, TPV de tarjetas para realizar pagos y abundante documentación.
La investigación sigue abierta, a la espera de poder realizar un estudio exhaustivo de los discos duros y de los dispositivos de almacenamiento además de la documentación intervenida, y los agentes no descartan localizar nuevas víctimas.
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