Ecologistas en Acción crea un mapa con 672 puntos de vertidos y vertederos ilegales de la Comunidad de Madrid
- La organización ambientalista alerta de un aumento de escombreras ilegales y vertidos de amianto en los últimos años y lo achaca entre otras causas a la reducción de los controles municipales
María Santos Viñas
9 de junio de 2022 16:19h
Coches abandonados o calcinados, colchones, desechos sanitarios, pinturas y disolventes, neumáticos, aceites o amianto. Son algunos de los residuos que se pueden encontrar los 672 puntos de vertido y vertederos ilegales de la Comunidad de Madrid que Ecologistas en Acción ha reunido en un mapa. El motivo por el que han elaborado este recuento, señalan, es “la falta de seguimiento de este problema por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura” del Gobierno regional y “la ineficacia de las denuncias”.
Hectáreas de vertidos ilegales
Mª Ángeles Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, explica que han detectado dos tipos de zonas en la región: los puntos de vertido, lugares con pocos residuos; y los vertederos, que ocupan cientos de metros, tienen muchos años y en los que permanece de forma permanente todo tipo de basura.
Nieto destaca que “el problema principal está localizado en el sur metropolitano”. La mayoría de puntos de vertido se ubican en Leganés (360), Alcorcón (76), Valdemoro (61), Getafe (43), Arganda del Rey (25) o Parla (21). Y los vertederos ilegales, en Leganés, con una superficie de 105 hectáreas (equivalente al tamaño del parque de Polvoranca); Madrid, con una superficie de 50 hectáreas (similar a la del parque Tierno Galván); y, Móstoles y Arroyomolinos, con 6,5 hectáreas de residuos en la ribera y al cauce del río Guadarrama.
Además, la coordinadora de la organización ecologista apunta que las zonas que necesitan una intervención urgente son el vertedero ilegal situado en la Cañada Real Galiana; el de San Fernando de Henares, cercano al río Jarama y situado en un espacio protegido; así como el Camino de la Magdalena, en Madrid; y la avenida de la Innovación, en el Parque Tecnológico de Leganés, por las grandes cantidades detectadas de amianto.
Aumentan las escombreras por la falta de vigilancia de la Administración
El informe que han realizado los activistas también señala que el principal foco de vertidos ilegales es la construcción. Las escombreras ocupan el 28% de los puntos marcados; seguidas de los enseres, donde se incluyen colchones, muebles y electrodomésticos, que suponen el 25% de los restos. Y el tercer lugar lo ocupa el amianto (20%), uno de los residuos que más preocupa a los activistas ya que es tóxico y la exposición a este material es factor de riesgo cancerígeno. Nieto señala además que este material debe ser retirado y transportado por empresas especializadas, y el hecho de que lo hayan encontrado en cantidades tan grandes implica que no se están cumpliendo los procedimientos legales de retirada.
La coordinadora denuncia que en los últimos años los escombros vinculados a las obras y reformas de viviendas han aumentado por la falta de vigilancia de las instituciones. “Con la flexibilización de la normativa para agilizar trámites y favorecer la actividad económica, se han eliminado controles municipales”, explica Nieto, que señala que hay muchas ocasiones en las que no es necesario contar con una licencia o una declaración responsable para hacer una obra y que los residuos pueden terminar en zonas ilegales. En principio, las empresas tienen establecido que los escombros deben ir a un lugar adecuado, pero “el Ayuntamiento no tiene capacidad para controlar si eso es cierto”. La coordinadora precisa que esta situación se puede dar incluso con empresas especializadas. “Cuando son grandes cantidades, llaman a una empresa para que lo retire y en lugar de llevarlo a un vertedero de residuos peligrosos lo tiran en el campo”, explica.
Los residuos industriales, que incluyen pinturas, disolventes y plásticos, se han encontrado principalmente en Arganda del Rey y suponen el 4,3% del total de los vertidos ilegales. Los neumáticos y vehículos abandonados o calcinados llegan al 2%.
Tierra, agua y aire contaminados
Las principales consecuencias de estos vertidos ilegales son medioambientales, pero también sanitarios. La portavoz de Ecologistas señala que en los vertederos proliferan plagas de insectos y roedores, y que la fauna y la flora del entorno de los vertidos no controlados se ve afectada. Además, los desechos liberan sustancias tóxicas que llegan a la tierra y pueden terminar en el aire y en el agua. La lluvia arrastra las sustancias que llegan hasta ríos y arroyos. Además, los disolventes, pinturas y líquidos que emanan de los residuos orgánicos producen emisiones contaminantes a la atmósfera por la volatilización de sustancias químicas. Todo ello, puede afectar a la salud de los ciudadanos que frecuentan o viven cerca de estas zonas.
Empresas especializadas en recogida sin trabajo
“Es un problema de salud pública al que no se está atendiendo, pero también es un problema económico”, indica Nieto. Hay empresas que se dedican al transporte y a la clasificación de los residuos y se quedan sin trabajo porque estas tareas no se están demandando. “Se están poniendo en riesgo esos puestos de trabajo”, denuncia la coordinadora.
Nieto también destaca que la culpa es de las personas que arrojan estos vertidos, pero que la responsabilidad también recae en el municipio, la Comunidad de Madrid y la Confederación Hidrográfica del Tajo, cuando se sitúan en la rivera o el caudal de los ríos. “La retirada de tan enorme volumen de vertidos y de puntos tan dispersos, al recaer sobre las administraciones, supone un fuerte impacto para las arcas públicas”, recuerda Nieto, que agrega que esos fondos se podrían emplear en otras actividades si se impidiese de antemano esta actividad ilegal.